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Los controladores del aeropuerto tinerfeño Reina Sofía denuncian falta de seguridad aérea

Los controladores del aeropuerto Reina Sofía, del Sur de Tenerife, han afirmado, en nota de Prensa, que no está totalmente garantizada la seguridad del tráfico aéreo en dicho aeropuerto, inaugurado hace poco más de dos años.A principios de esta semana, los citados técnicos realizaron un plante de ocho horas, durante las que sólo atendieron las posibles situaciones de emergencia. Su protesta no está encuadrada en la que, a nivel nacional, ha organizado el cuerpo para solicitar mejoras socioeconómicas. «Todas nuestras reivindicaciones están motivadas por cuestiones morales, éticas y profesionales», se indica en la citada nota de Prensa.

Fuentes directas de Aviación Civil en el citado aeropuerto declinaron hacer declaraciones a EL PAIS sobre las denuncias de los controladores aéreos. En la Subsecretaria de Aviación Civil tampoco fue posible obtener ninguna respuesta, debido a que su titular asiste estos días al II Congreso nacional de UCD en Palma de Mallorca.

Los controladores aéreos tinerfeños reprochan a la Administración la excesiva escasez de dicho personal cualificado en la torre de control del Reina Sofía, donde, en lugar de dieciséis controladores, sólo operan cuatro (en un comunicado hecho público ayer por la Subsecretaría de Aviación Civil se consignan seis bajas por enfermedad, dos por permiso y ocho en sus puestos).

Esta situación obliga a que los citados controladores hayan de cubrir horarios que exceden casi en el doble las diez horas máximas de jornada laboral que establecen las normas internacionales de navegación aérea. Según la mencionada nota de Prensa de los controladores, en horas nocturnas, la torre de control suele estar atendida sólo por un operador. El nivel de cansancio ha producido en algunos casos situaciones de estrés, que han requerido una posterior recuperación. Una eventualidad, como la intoxicación que pudo haber sufrido un controlador hace algunas fechas, es razón suficiente para dejar desasistida la citada torre de coordinación de vuelos.

Lentitud de la Administración

Los controladores aéreos muestran su inquietud ante la parsimonia que demuestra la Administración para solucionar su problema. Fuentes del comité de información de éstos han señalado a este periódico que no descartan la posibilidad de adoptar en los próximos días medidas de fuerza similares a la del lunes pasado, si se prolongara la precaria situación actual. Los trastornos en el tráfico aéreo del aeropuerto Reina Sofía podrían agravar la alicaída industria turística tinerfeña. Una amenaza de este tipo acarrearía posibles cancelaciones de vuelos contratados procedentes de Europa. Cada semana se reciben en este aeropuerto un promedio de 15.000 turistas.

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