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Hua Guofeng reaparece oficialmente como presidente del Partido Comunista chino

Hua Guofeng reapareció la noche del miércoles pasado, ostentando su cargo de presidente del Partido Comunista chino (PCC) con ocasión de las ceremonias del Nuevo Año Lunar. Es la primera vez que participa en una ceremonia oficial desde el pasado 27 de noviembre -cuando recibió al primer ministro rumano, llie Verdet- y, en consecuencia, su fotografía ha vuelto a aparecer en la primera página del Diario del Pueblo, órgano oficial del PCC.

Este retorno, en compañía de Deng Yinchao, viuda del fallecido primer ministro chino Zhou Enlai, de Ji Pengfei, viceprimer ministro; y de Hoang Van Hoan, uno de los fundadores del Partido Comunista de Vietnam, que en 1979 se pasó a China fue anunciado ayer por la agencia oficial China Nueva, sin dar explicación alguna sobre el largo eclipse del presidente del PCC.Resulta curioso, aunque no puedan ser sacadas conclusiones, que ni el secretario general del PCC, Hu Yaobang, ni Deng Xiaoping aparecieron en ninguna de las ceremonias organizadas para celebrar el Nuevo Año Lunar. Por el contrario, aparecieron en ellas numerosos veteranos y mariscales, con el presidente de la Asamblea Nacional, Y e Jianying, al frente.

Para la mayoría de los observadores, la reaparición de Hua Guofeng en la escena política no pone en duda su abandono de la presidencia del partido. Desde hace más de un mes todas las fuentes dan como seguro este hecho.

Sin embargo, su presencia en la ceremonia del miércoles puede significar la existencia de un acuerdo sobre la forma en que debe llevarse a cabo su sustitución y que esta fórmula cuenta con la aprobación del principal afectado.

Por otro lado, han circulado rumores en el sentido de que si el presidente Hua no asistió a la recepción organizada el día 1 de enero por el Comité Central -que fue presidida por Hu Yaobang- no se debió a que no fuese invitado, sino a que el propio Hua se negó a asistir a la ceremonia.

Nadie puede precisar la forma que adoptará la reorganización de los cargos dirigentes del régimen, que afectará también a las estructuras del Estado y del PCC. La reaparición de Hua incita únicamente a pensar que su sustitución será fruto de un compromiso, al menos provisional.

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Conviene recordar a este respecto que el problema es menos tranquilizar a Hua Guofeng que a las fuerzas políticas importantes que en el partido, el Ejército y la Administración podrían perturbar su eliminación de una manera drástica y, a la vez la aparición de una situación en la que Deng Xiaoping pasara a ejercer directamente, o por persona interpuesta, un poder omnímodo.

Según fuentes dignas de crédito, una serie de textos emanados de la dirección china prepara una profunda modificación de las estructuras del poder. Las funciones de presidente y vicepresidente del partido podrían desaparecer, y el secretario del Comité Central, así como el Buró Político, se convertirían en las únicas instancias máximas del PCC. Varios «veteranos» que perderíán sus cargos de vicepresidentes encontrarían una plaza en el seno de un «consejo de sabios», cuyo papel sólo sería consultivo.

También habría sido decidido el restablecimiento del cargo de presidente de la República.

Separación de funciones

Una de las consecuencias de esta reforma de estructuras sería la separación de las tres funciones principales del régimen: el número uno, del PCC -que debe recaer en el actual sectetario general del Comité Central, Hu Yaobang-, jefatura del Estado y presidente de la Comisión Militar del Comité Central, es decir, la jefatura suprema de las fuerzas armadas, papel este que en la actualidad asume constitucionalmente el presidente del partido.Estos cambios importantes suponen, naturalmente, una refórma no sólo de los estatutos del partido, sino también de la Constitución.

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