Hoy, primera visita oficial de los Reyes al País Vasco

(Viene de primera página)

Pese a que el Gobierno vasco, en su calidad de anfitrión, ha puesto todos los medios para que la visita real se produzca en un clima distendido y de concordia, seguía siendo una incógnita ayer el papel que pueda desempeñar el Partido Nacionalista Vasco en la acogida que el pueblo vasco dispense a los Reyes. En este sentido, cabe recordar que el partido mayoritario del Gobierno no tiene previsto ningún acto especial organizado. No hay consignas internas en contra o a favor de la presencia de militantes en los actos del programa. No obstante, se ha confirmado el deseo del partido de que todos sus representantes en las instituciones acudan a los mismos.

No deja de ser significativo, sin embargo, que el diario Deia, leído asiduamente por la militancia del PNV, rompiera el domingo su silencio editorial y publicara un artículo titulado «Satisfacción y esperanza», en el que se saludaba en eusquera -ongi etorri jaunak (bienvenidos, señores)- a los Reyes. Aunque el mencionado editorial del periódico nacionalista hablaba de satisfacción ante el viaje, hacía empero especial hincapié en que éste hubiera sido más oportuno si «coincidiera con mayores cotas de autogobierno para Euskadi».

Prácticamente en el otro extremo se situaba el diario abertzale radical Egin, que el domingo incluía tina página completa con artículos de Miguel Castells y Telesforo Monzón, en la que se criticaba de forma virulenta el viaje de los Reyes a Euskadi. En esta línea, la dirección de HB hacía público el domingo un comunicado, en el que llama a su base social y a sus cargos electos, «a fin de que libre y combativamente expresen en todos y cada uno de los actos programados sus propias reivindicaciones sobre los presos y exiliados de nuestro pueblo, sobre la situación de Navarra y el eusquera, sobre el paro y la crisis, sobre la presencia militar en Euskadi, el derecho a la autodeterminación y la conquista de nuestras libertades democráticas». En este sentido les convocaba concretamente a los actos de Ajuria Enea, Diputación de Vizcaya, Guernica y San Sebastián.

Campaña de contestación

La campaña de contestación de la extrema izquierda vasca a la presencia de los Reyes en Euskadi se inició ya el sábado y está alcanzando una virulencia muy superior a la que se produjo durante la estancia de Adolfo Suárez en las provincias vascas. En las calles céntricas de San Sebastián, Vitoria y Bilbao, han podido verse pintadas -unas veces firmadas y otras sin siglas- con frases tales como: «Reyes kampora» (Reyes fuera), «¿A qué vienen?», «Presos a la calle, los Reyes a casa» y «Rey, no; amnistía, sí». Precisamente este último lema se recoge en un cartel unitario que lleva las firmas del Movimiento Comunista de Euskadi, PTE, LKI (LCR), LAIA, las fuerzas de Herri Batasuna, HASI y ANV, los sindicatos SU y LAB, JARRAI (juventudes de HASI) y las gestoras pro amnistía, en el que se presenta al Rey encaramado en una tanqueta de policía. A un lado se incluye también la frase «Basta de represión».

Cabe señalar que la exigencia de amnistía es común en las campañas de las diferentes fuerzas de extrema izquierda contra la visita real. En este sentido destaca la propaganda de Euskadiko Ezkerra, que sin mostrarse crítico con la visita del Rey (en su día la calificó como «inoportuna»), quiere aprovechar la estancia de éste en el País Y asco para plantear públicamente la necesidad de medidas de gracia. Así los carteles de EE hacen pocas referencias a la figura del Rey y centran la atención en este tema «Presoak kalera» («Presos a la calle»), que en el mayor de los caos es el único lema de su propaganda. Por contraste, Herri Batasuna, además de insistir en la exigencia de libertad para los presos, critica duramente la figura y la presencia de los Reyes en Euskadi en su campaña.

La posibilidad de que durante su estancia en Euskadi el Rey pudiera tratar con las autoridades autónomas vascas aspectos relacionados con el posible estudio de medidas de gracia para los presos vascos fue desmentida ayer a EL PAIS por el delegado del Gobierno en la comurildad autónoma. Por su parte, el Gobierno vasco prefería no pronunciarse sobre el tema. Sin embargo, fuentes consultadas por este periódico no negaban que el ejecutivo vasco pudiera exponer al Rey la conveniencia de que se estudien «las medidas necesarias para la pacificación del País Vasco».

Ruiz-Giménez, partidario de la amnistía

La paz y la amnistía son «posibles en Euskadi», afirma el presidente de la Asociación pro Derechos Humanos, Joaquín Ruiz-Giménez, en una entrevista publicada ayer por Hoja del Lunes de Bilbao.

«A mí me gustaría que el viaje de los Reyes al País Vasco», anade Ruiz-Giménez, «representara la verdad, el comienzo de una nueva etapa», señalando que «sí, como se ha dicho, estamos ante una especie de guerra, hay que decir que las guerras terminan en un armisticio. Lo que se hace es deponer las armas y realizar ciertas medidas de equidad y de justicia».

Programa

En cuanto al programa de la visita real, se iniciará con el almuerzo que le ofrecerá hoy el Gobierno vasco en el palacio de la Escoríaza, en Vitoria. Por la tarde se desplazarán en automóvil hacia Bilbao y está previsto que visiten el acuartelamiento de Basauri. Pernoctará en el palacio de Murúa.

El miércoles visitarán Altos Hornos de Vizcaya y superpuerto de Bilbao, donde inaugurará un espigón que llevará el nombre de Príncipe Felipe. Seguidamente, los Reyes acudirán a la Casa de Juntas de Guernica. Allí, don Juan Carlos pronunciará un discurso sobre el que existe cierta expectación. A continuación se desplazarán a San Sebastián, desde donde regresarán a Madrid en la mañana del jueves.