Un fascismo con rostro humano

Paradójicamente, Ronald Reagan, que pasa por la encarnación de la extrema derecha americana, es tal vez una de las últimas posibilidades, si no la última, de la democracia en América. ( ... )En un libro reciente titulado precisamente Friendly fascism (El fascismo amistoso), Bertrand Gross, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Nueva York, que ha contribuido a diversas acciones gubernamentales en el curso de su larga carrera, evoca el riesgo, por no decir la posibilidad, de la aparición de un fascismo de rostro humano que marcaría la superioridad de nuestras sociedades occidentales sobre las del Este, que no han logrado conservar en el socialismo puesto en práctica esta ventajosa característica. ( ... )

La lógica del fascismo obliga a responder a las crisis por acciones que consoliden el poder. No pasa por una usurpación, sino por una legitimación reforzada. Políticamente supone la sujeción de los demócratas, lo que, en términos de partido, se ha iniciado ya, puesto que una parte de los demócratas han votado republicano, no solamente Por desconfianza hacia Carter, sino también porque participan de un conjunto de valores y esencias republicanas que son defendidos en el Congreso desde hace más de dos años por diputados demócratas. (...)

Con todo lo republicano que sea, si quiere permanecer un poco fiel a las tradiciones democráticas de su país, Ronald Reagan tendrá que dar prueba de una sólida capacidad de resistencia y, sobre todo, de resistencia a la tentación.

21 de enero