El británico Michael McCallion educa la voz de actores españoles
El método Alexander facilita el dominio de los sonidos y del cuerpo
En la relación que guarda la posición de la cabeza con la nuca y la espalda está la clave del bienestar físico y de la salud mental. Si esa relación es la adecuada en cada postura y movimiento del cuerpo, los músculos y la respiración, el sistema linfático y los órganos vitales funcionan bien y a pleno rendimiento. Este es el fundamento del método Alexander que sigue Michael McCallion, experto británico en la formación de intérpretes, que acaba de impartir un curso en el Estudio de Actores y Directores que dirige José Luis Gómez.
Profesor durante diez años de la prestigiosa Real Academia de Arte Dramático de Londres, McCallion ha dirigido el montaje de numerosas obras de teatro isabelino y de sus propias traducciones y adaptaciones de los clásicos griegos, Chejov, Schakespeare y Fernando de Rojas. La poesía, la música y la relación entre el actor y el público son diversos aspectos del hecho dramático a los que dedica su interés, aunque en la actualidad se, centra en los problemas de voz que tienen los, actores. Unos cincuenta profesionales españoles han asistido a su curso.«Mi trabajo consiste en eliminar los bloqueos que se desarrollan con los hábitos rutinarios que nos impiden cambiar», explica McCallion. «Todos somos víctimas de esos hábitos físicos que nos determinan, pero para el actor que hace del cambio una profesión es importante saber decir no a dichas costumbres, potenciar su sentido cinestéstico, de forma que pueda elegir siempre quién es».
Para ayudar a los actores a resolver sus problemas de voz, McCallion no trabaja sólo con los sonidos, sino con todo el cuerpo. « La voz es el resultado de la forma de vida que llevamos y de cómo usamos el cuerpo», afirma. «Si aprendemos a mantener un balance equilibrado entre la cabeza, la nuca y la espalda se adquiere un óptimo sentido de la dirección y la voz se encuentra libre para ser utilizada plenamente en toda su capacidad».
De su primer contacto con los actores y actrices españoles, McCallion asegura haber obtenido una impresión favorable de su talento, pero también la impresión de «cierta tendencia a reprimirse que reduce sus facultades y a adoptar expresiones trágicas de sufrimiento».
«También me ha sorprendido el, que la mayoría de actores se preocupa mucho de dar a sus voces mayor gravedad y profundidad, como sin con ello dieran prueba de su masculinidad», comenta el profesor de actores. «En mi opinión, es una actitud equivocada, pues las cualidades líricas que contiene el teatro clásico español no se pueden expresar imitando a una máquina de vapor».
La espalda no debe estar contraída ni estirada. La cabeza debe mantenerse en equilibrio libre con respecto a la nuca. Todas las acciones deben estar dirigidas desde la cabeza. Son los tres mandamientos únicos de Alexander, «un hombre de gran inteligencia que inventó un método de vivir difícil de explicar, incluso para él mismo, en los cuatro libros que escribió».
Para McCallion, el método Alexander es «el descubrimiento más importante del siglo XX en cuanto sistema de vivir y actuar en la sociedad», un medio de relajación y dirección corporal que puede coincidir con otros métodos más conocidos en España, como la bioenergética, el gestalt o el taichi.
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