La burocracia municipal madrileña tiene exceso de trámites y documentos
La burocracia municipal madrileña es lenta y cara, según se desprende de los primeros estudios realizados por la Comisión de Reorganización y Reforma Administrativa del Ayuntamiento. Un informe que ayer publicaba la revista Plaza de la Villa, órgano oficial de la citada Comisión, viene a demostrar, por ejemplo, que un anticipo sobre su sueldo solicitado por un funcionario tarda unos cuarenta días en ser concedido, precisa de un mínimo de 52 documentos a presentar y pasa, para su autorización definitiva, por las manos de, al menos, cuarenta funcionarios.
La solicitud de anticipo reintegrable, tal como se denomina en la jerga administrativa, es uno de los veinte ejemplos escogidos por los técnicos -municipales o no- que han sido encargados de analizar la reforma que el Ayuntamiento madrileño necesita para conseguir la agilidad burocrática que el ciudadano precisa. De los otros ejemplos, igualmente demostrativos de la lentitud que actualmente aqueja al municipio, han sido concluidos ya catorce, de los que la revista citada publica siete.Siguiendo con el mismo ejemplo de que un funcionario solicite un anticipo sobre su sueldo (cosa que, normalmente, se hace con una cierta urgencia en función de la necesidad inmediata de dinero), han de ser cinco los departamentos por los que atraviese su instancia: Gestión de Personal, Intervención, Centro Electrónico de Tratamiento de la Información (CETI), Depositaría y Ordenación de Pagos, con la retención consiguiente en cada uno de ellos. La burocracia del palacio, que siempre va despacio, según advierte el dicho popular, hará que ese funcionario necesitado perentoriamente de dinero no pueda gastarlo antes de que transcurran unos cuarenta días.
Acumulación de documentos inútiles
En el caso de que una determinada empresa haya participado en un concurso convocado por el Ayuntamiento para la ejecución, por ejemplo, de una determinada obra y haya depositado -condición indispensable y previa- la correspondiente fianza, habrá de contar con un mínimo de ocho meses para que la Corporación llegue a devolvérsela en el caso de que la obra en litigio no le fuera adjudicada.Para que ello llegue a ocurrir, su expediente habrá de pasar, con su correspondiente firma, por las manos de no menos de 35 funcionarios, y habrá de presentar 53 documentos que acrediten que la empresa en cuestión tiene derecho a que le sea reintegrada la fianza que, ocho meses antes, depositó. Habrán de conocer de su solicitud hasta ocho departamentos distintos, algunos de los cuales se han mostrado como absolutamente inútiles de cara a garantizar -si tal es lo que se pretende- que el pago en cuestión es realizado correctamente.
No menos difíciles y complicados son los procesos administrativos que acompañan a la solicitud de una licencia de obra mayor en tramitación. abreviada -intervienen quince funcionarios y se mueven treinta documentos distintos, a pesar de que suele ser resuelta e a sólo cinco días-, la solicitud de concesión de un puesto de venta de Prensa en la vía pública -34 funcionarios para informarla y 75 documentos en danza-, la revisión de tarifas dé los aparcamientos subterráneos -treinta funcionarios y cincuenta documentos-, el alta en matrícula de solares -dieciocho funcionarios y 56 documentos- o la solicitud de una licencia de apertura de cualquier industria -diecinueve funcionarios y 38 documentos a aportar.
Para Etelvino González, responsable de la reforma administrativa en marcha, presidida por el segundo teniente de alcalde, el socialista Alonso Puerta, «con este tipo de administración, el contribuyente o usuario no está bien servido: los márgenes de error son grandes; los plazos, largos; la información, difícil».
Según explicaba él mismo a EL PAÍS ayer, «hay determinadas, unidades administrativas que se encuentran totalmente en precario, en tanto que hay otras, por completo innecesarias y vacías de contenido real, que están totalmente sobredimensionadas y que cuentan con unos medios muy por encima de las necesidades que, aun hipotéticamente, pudieran llegar a tener».
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