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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los senadores de UCD

He leido la información del 11 de enero relativa a la reunión celebrada por los senadores del grupo UCD en Tenerife.Yo no he puesto en cuestión la iniciativa legislativa del Senado, iniciativa que la Constitución le reconoce en su artículo 87. 1. Es más, en la proposición de ley de mayor calado jurídico y político presentada en la actual legislatura -el Estatuto de Libertades Públicas y Amparo Judicial- me ha cabido el honor de tener una participación especialmente intensa, en unión con algunos compañeros de la Cámara. Dicha proposición de ley ya ha sido publicada por el Boletín Oficial del Sénado.

La cuestión, discutida en Tenenfe se refiere no a la inicativa legislativa, sino al sentido propio de la expresión constitucional, según la cual, las proposiciones de ley originadas en la Cámara (artículo 89.2 de la Constitución) han de ser objeto de un trámite de toma en consideración por el Senado.

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Mi punto de vista es el de que ese trámite de toma en consideración no puede confundirse con el proceso legislativo ordinario porque «la toma en consideración» significa un acuerdo de la Cámara sobre la necesidad de regular una realidad social deficientemente regida por las leyes en vigor y, al propio tiempo, la conveniencia de considerar el texto que se propone para servir de base a su nueva regulación. Y nada más.

Tomada en consideraclón por el Senado una proposición de ley, el Congreso deberá trasladar su texto a la comisión competente para debatirla como se debate cualquier proyecto del Gobiemo, y el resultado al que llegue deberá volver al Senado para que pueda ejercer su capacidad de enmendarlo. Por eso, la previa «toma en consideración» por parte del Senado tiene que articularse mediante un procedimiento sumario que consista básicamente en un debate de totalidad.

En la precedente legislatura defendí determinadas competencias para el Senado. Pero, por desgracia, mis tesis no prevalecieron. Y no es este el momento de volver sobre aquellas tesis, sino de cumplir, con rigorjurídico, el principio del imperlo de la ley y el de la prioridad de la Constitución sobre cualquier otra normajurídica.

Tuve la suerte de que la tesis que patrociné en Tenerife mereciera ser compartida por todos mis compañeros juristas y senadores con quienes hablé.

El acuerdo que se adoptó fue el de que un reducido número de senadores, en el que me cuento, gestione con otro grupo de dl putados la regulación de la toma en consideración, en los términos que mejor se atengan a la naturaleza jurídica y constitucional de esta institución parlamentaria.

Tengo el honor de ser el único senador elegido por Madrid, tanto en la legislatura constituyente como en ésta. Me esfuerzo cuanto puedo por cumplir el honroso mandato recibido y jamás procederé de forma que contribuya a menoscabar las funciones de una Cámara a la que me siento íntimamente vinculado. Y termino. Se ha magnificado una cuestión nimia que a casi nadie interesa. De acuerdo con mi conciencia, creo haber contribuido a pacificarla y a resolverla. La clase política tiene el deber de dar respuesta a los problemas reales de la sociedad y, sobre todo, el de no crear problemas artificiales que confunden a los ciudadanos y erosionan su confianza./ Secretario general para la Coordinación Legislativa.

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