Interrumpidas hasta el próximo día 19 las negociaciones para la revisión salarial del acuerdo-marco
Las negociaciones que mantienen UGT y CEOE para revisar el contenido salarial del acuerdo-marco interconfederal, suscrito entre ambas organizaciones el pasado 5 de enero de 1980, quedaron ayer suspendidas hasta el próximo lunes. Ninguna de las partes explicó las causas de este aplazamiento, que dilata aún más el ya retrasado inicio de la negociación colectiva para el presente año.
De hecho, no sólo la firma de los convenios colectivos para los próximos meses, sino hasta la reestructuración de sectores como el siderúrgico o el naval, se encuentran pendientes de la banda salarial que establezcan finalmente ambas partes, que habrá de servir de pauta para posteriores acuerdos sectoriales y de empresa.Al término de la reunión mantenida ayer entre las representaciones de UGT y CEOE que negocian dicha revisión del acuerdo-marco, ambas partes se limitaron a señalar que existen grandes diferencias en cuanto al establecimiento de la banda salarial, así como sobre el índice de inflación previsto para el presente año, en base al cual se establecería la referida banda.
Como transfondo a la negociación puramente económica, CEOE y UGT debaten, al parecer, aspectos de la política sindical y laboral que trascienden la mera revisión salarial. Es en la discusión de estos temas donde, al parecer, han surgido las mayores diferencias entre ambas organizaciones, con independencia de que, en efecto, la banda salarial ofertada por la patronal -que la propia UGT es consciente que se trata simplemente de una posición de partida-, sea rechazada de plano por la central socialista por entender que su aceptación supondría recortar en unos cuatro puntos el poder adquisitivo de los salarios.
De esta manera, la banda entre el 8% y el 12% que ha ofertado la CEOE, podría llegar hasta el límite, por arriba, del 14%, situándose por debajo hasta un mínimo del 10%, con el fin de establecer cinco escalones a los que empresas y sectores, de acuerdo con su situación económica, pudieran ajustarse sin necesidad de recurrir al descuelgue, también contemplado en el texto del acuerdo-marco.
La posición de la patronal en este sentido, según ha podido saber EL PAIS, se centraría en el establecimiento de una banda salarial que no tuviera como centro el porcentaje previsto de inflación para el presente año (13,5%, según las estimaciones del Gobierno y la propia OCDE, y porcentaje considerado como válido por la CEOE), con el fin de evitar que, como ocurrió el pasado año, la media de incremento se sitúe próxima al extremo más alto de la banda.
La oposición de la central socialista a la banda del 8% al 12% que la patronal ha situado sobre la mesa de negociación de manera pública se justifica en el hecho de que si la inflación prevista fuera efectivamente del 13,5%, una vez descontados los dos puntos correspondientes a los precios de la gasolina y a determinados impuestos indirectos, el extremo superior de la banda se situaría, incluso, medio punto por debajo del crecimiento salarial establecido para los funcionarios. «Y no es admisible esta discriminación, máxime cuando los trabajadores que tienen como empresario al Estado no cuentan con el riesgo de la quiebra y la pérdida del puesto de trabajo», alegan los socialistas.
De otra parte, UGT no admite que la inflación prevista sea del 13,5 %, y argumenta que el propio Círculo de Empresarios calcula una carestía de la vida por encima de dicho porcentaje.
En cualquier caso, la última oferta oficial de la patronal aún no ha superado la cota del 12%, y como al término de la reunión de ayer no se facilitó información al respecto, la posibilidad de que se sitúe finalmente en el límite del 14% no pasa de ser una posición oficiosa conocida en medios empresariales por este diario.
Negociación política
En cuanto a los contenidos de la negociación ajenos a los aspectos económicos, al parecer, las discrepancias entre ambas partes son de momento insalvables. Medios empresariales señalan que la central socialista está jugando fuerte desde su posición de privilegio que la firma del acuerdo-marco le ha propiciado en el terreno sindical y político.
En este sentido, según los mismos medios, UGT trataría de presionar al Gobierno, con la amenaza de no mantener el acuerdo-marco que tan buenos resultados ha supuesto para la política de concertación social instaurada con su firma, para obtener determinadas contrapartidas, tales como la reducción de la edad de jubilación a los 64 años. Según ha podido saber EL PAIS, el Ministerio de Trabajo tiene ya evaluado el coste de esta medida política, que comportaría de sacrificio para los empresarios la imposibilidad de amortizar las vacantes que se producirían en las plantillas por la entrada en vigor de dicha reducción.
Otro de los temas que se debaten es la posición de la patronal ante la tercera vía sindical, que trata de representar USO. La negativa ugetista a que USO negocie la revisión del acuerdo-marco se complementa con otras sugerencias a la CEOE para que interceda ante el Gobierno a la hora de decidir el porcentaje de representatividad que corresponderá finalmente a USO.
De otra parte, UGT trata de arrancar de la patronal un compromiso formal para el establecimiento de un plan de lucha contra el paro, al margen o como anexo del acuerdo-marco. Este último objetivo comportaría la presencia -en opinión de CEOE- de las restantes fuerzas obreras y el propio Gobierno, posibilidad esta por la que lucha denodadamente Comisiones Obreras.
Como telón de fondo a esta negociación en curso, ahora interrumpida hasta el día 19, el próximo jueves se producirá el esperado encuentro entre CC OO y UGT, que tanto parece preocupar a la CEOE. Esta preocupación no es disimulada, y ayer mismo el secretario general de la patronal, José María Cuevas, amenazó veladamente a UGT con recurrir a otros procedimientos de negociación, incluso con otras fuerzas, ante el temor de que de este encuentro salga un acuerdo de unidad de acción sindical que altere el actual equilibrio de fuerzas en el terreno social.
Comisiones Obreras, por su parte, ha solicitado formaImente del Gobierno y de la patronal el inicio de negociaciones para establecer un plan de lucha contra el paro.
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