En el año que acaba,

tres asturianos se han convertido en millonarios gracias a la fortuna de las quinielas. Desde ayer, la viuda de minero Aurita Fernández Alvarez, de 49 años de edad, con dos hijas, de once y quince, tiene resuelta su vida con los casi sesenta millones de pesetas que le han correspondido por acertar los catorce resultados en la últimajornada. Aurita, que vivía hasta ahora de la pensión de su marido, reside en la localidad de Caborana (Aller), de la cuenca del Caudal, muy cerca de donde el temporal del pasado día 17 desmanteló puentes y viviendas y asoló la zona. Una de sus hijas, Aurita, la primogénita, estudia en el orfanato minero de Oviedo y se encuentra muy feliz porque ahora puede estudiar Filología Inglesa. La otra, Gemma, está todavía en sexto de EGB. La quinielista millonaria rellenó el boleto sin fijarse, no es aficionada al fútbol, y al mediodía de ayer no había depositado la quiniela en ninguna entidad bancaria.