Fracaso de organización durante una falsa alarma nuclear en Italia
El pasado 12 de noviembre la Dirección Central de Seguridad y Protección Sanitaria del Comité Nacional para la Energía Nuclear puso a prueba, en la central nuclear de Caorso (Italia), a los técnicos del Enel, la compañía nacional de electricidad, simulando un grave accidente nuclear. Y el resultado fue tan catastrófico que fue denunciado el pasado viernes públicamente por las tres grandes centrales sindicales del país: CGIL, CISL y UIL.
Sindicalistas de los tres gremios han explicado lo que acaeció aquella mañana: se encendió una señal de emergencia grave. El director de turno, como en una escena de la película El síndrome de China, intentó interpretarlo, pero no lo consiguió. Afanosamente buscó el código y no lo encontró. En las salas de mando no existe un archivo para poder descodificar aquella señal. El libro está en otra sala encerrado bajo doble llave, y las llaves no se encontraron. Después se descubrió que estaban en la portería.La señal de emergencia seguía encendida. Entonces se intentó derrumbar dos puertas blindadas para llegar al código. Finalmente se llegó a la interpretación. Indicaba que faltaba el alma en el dispositivo de enfriamiento. Si la alarma hubiese sido verdadera la central se hubiera podido fundir. Los sindicatos se preguntan cómo es posible, ante esta prueba, continuar con la experiencia nuclear cuando faltan garantías ciertas y personas competentes.
Burocracia y seguridad
La noticia ha despertado un enorme interés, porque Italia es uno de los países más contrarios a las centrales nucleares, sobre todo porque el pequeño pero aguerrido Partido Radical ha creado siempre en la opinión pública, con todos los medios posibles, una auténtica conciencia antinuclear. La gente les escucha porque en realidad no se fía mucho del funcionamiento de la burocracia y de la seriedad de ciertas instituciones. Un último caso clamoroso fue que la tristemente famosa noche del terremoto que devastó una buena parte de dos regiones del sur del país, en el observatorio de Monte Porzio, a treinta kilómetros de Roma, que es el responsable de localizar inmediatamente el lugar y la entidad del seísmo, estaba cerrado debido a que, por motivos laborales, no había entrado el turno de noche desde hace varios meses. Y así, de noche, todo se quedaba a oscuras, precisamente en las horas, afirman los expertos, en que es más fácil que se produzca un terremoto.Los responsables de la central nuclear de Caorso han desmentido en parte la versión dada por los sindicatos, en una conferencia de Prensa, y aseguran que lo que ocurrió es que se trató de derribar una puerta blindada esperando que la llave llegara desde la portería. Pero la denuncia de los sindicatos ha tocado concretamente estos puntos: inexistencia del archivo técnico, lo cual obligó a echar abajo las puertas blindadas, insuficiencia de preparación de los trabajadores, falta de personal, falta de información a los trabajadores y a la población y, por fin, los límites de la medicina laboral y del plan de emergencia.
La prueba que se había hecho estaba destinada a comprobar si era posible, en la primavera del año próximo, entregar la gestión comercial de la central nuclear a la compañía eléctrica nacional.
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