Reflexiones sobre la violencia

Hay una gran probabilidad de que hubiera estado de acuerdo con Alfonso Sastre en su «Ni humanismo ni terror» (publicado en EL PAIS los días 16, 17 y 18 del presente mes) si le hubiera entendido mejor. No sé por qué motivo ante un tema como el terrorismo, las únicas opiniones publicadas en los medios de información (Prensa y radio; considero a la televisión como un medio desinformativo) son absolutamente ambiguas,Supongo que son estos problemas los que provocan que las opiniones sean tímidas y embarulladas, como decía al principio. Solamente cuando desaparezca el concepto de apología del terrorismo -que, por otra parte, se aplica de una manera un tanto peculiar, perjudicando más a la izquierda que a la derecha- se podrá abordar el tema con rigor, decisión y claridad. Perseguir la apología del terrorismo porque podría provocar una escalada de la lucha armada significa reconocer que hay justificaciones para esta lucha, lo cual lleva a preguntarse si ese afán del Gobierno por salvaguardar la paz y el orden no será más que una maniobra para conservar el poder en manos de quienes ahora lo tienen.

Evidentemente, no es solución prohibir las opiniones adversas, permitir las favorables y amañar el resto. Si el terrorismo tiene justifi-

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