La dirección central del PCE apoya a Fernando Soto
La dirección central del Partido Comunista de España apoya plenamente la posición del secretario general del PC andaluz, Fernando Soto, en la crisis desencadenada por la dimisión de éste de su cargo, alegando el hostigamiento y la marginación de su actividad política por parte de algunos comités provinciales del partido y, especialmente, el de Sevilla.Según fuentes comunistas no oficiales, Santiago Carrillo habría refrendado su confianza en Soto en el transcurso de la reunión mantenida por ambos políticos el pasado miércoles en Madrid, aunque sin ocultarle el malestar creado en el ejecutivo del PCE por una dimisión que, si en el fondo ha sorprendido a todos, en cuanto a la forma de presentarse resulta absolutamente insólita en este partido.
De hecho, las resoluciones que distintas organizaciones cornunistas de la provincia de Sivilla han aprobado en apoyo del secretario general del PCA no dejan de criticar el procedimiento elegido por éste para dirimir sus discrepancias con la dirección sevillana. Hay que indicar que estas resoluciones han partido, por ahora, sólo de los comités y agrupaciones, de Astilleros Españoles, La Rinconada, San Jerónimo y Fuentes de Andalucía, organizaciones todas ellas de fuerte tradición de lucha durante el régimen anterior.
En los medios consultados no se duda que el Comité Central del PCA, que se reunirá para examinar la crisis antes del próximo 4 de enero, pedirá a Fernando Soto que siga al frente del partido, aunque también se estima seguro que éste será ampliamente criticado por su actitud. Todo el problema se centra en saber qué pasará con el comité provincial de Sevilla, cuya puesta en cuestión parece el objetivo directo de la operación de Soto.
Portavoces del comité de Sevilla insisten en que su actuación se viene ajustando en todo momento a la línea-política aprobada en el IX congreso del PCE y el I del PCA, no descartando que el castigo que se le vaya a aplicar al secretario provincial, Juan Bosco Díaz, consista en ascenderle a un cargo de carácter regional que le haga perder el control de Sevilla.
En otro orden de cosas, conviene subrayar la matización hecha por Francisco Acosta, secretario de organización del PCA, a la informacíón publicada por este periódico acerca de la importante pérdida de militancia sufrida por los comunistas andaluces en 1980. De acuerdo con sus datos, el PCA tenía en 1979 33.178 afiliados, mientras que los carnés abonados con fecha 15 de diciembre de 1980 ascienden a 25.593, «aunque es normal que sea en estos últimos días del año cuando se liquiden un número importante». Hay que destacar, con todo, que es la organización de Sevilla precisamente la que más ha bajado en militancia: 8.301 en 1979, y 5.776 el 15 de diciembre pasado.
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