Hoy termina la primera fase de la Conferencia de Madrid

Hoy termina la primera fase de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), con un balance «satisfactorio», a juicio del embajador-jefe de la delegación española, Javier Rupérez.El actual estado del diálogo en la CSCE de Madrid supera, en opinión de la delegación española, el grado de incomprensión que se manifestó en la anterior reunión de Belgrado, en un tiempo similar al que lleva en curso la reunión de la capital española.

A pesar de existir diferencias de criterio en diversos puntos y la firmeza occidental en denunciar la violación del Acta de Helsinki por parte de la Unión Soviética y sus aliados, con continuas ferencias al tema de Afganistán y los derechos humanos, Rupérez piensa que el contraste de puntos de vista no ha llegado al punto de que alguna de las partes, «arrojase la toalla».

El próximo 27 de enero dará comienzo la segunda fase, en la que se esperan las negociaciones más arduas, y los enfrentamientos más duros, incluso antes de que se llegue a la redacción del documento final, objetivo de esta segunda parte de la CSCE.

En opinión de Javier Rupérez, la satisfacción española por el curso de la CSCE tiene una doble vertiente para la política exterior española. En primer lugar, la coordinación de las propuestas españolas con las del resto del bloque occidental, en cuya estrategia política de cara al Este europeo está incluida España, a pesar de no pertenecer a ninguna de las dos grandes instiluciones occidentales, la OTAN o la CEE.

Según Rupérez, la Conferencia de Madrid es una oportunidad idónea en la táctica diplomática española para iniciar actividades coordinadas con el resto de los países occidentales.

En un segundo término, la propia continuidad de la CSCE, a pesar de lafirmeza de los criterios expuestos por los participantes.

España presentó ayer una propuesta individual para perfeccionar la distensión en Europa, aplicando el Acta Final de Helsinki y la Carta de las Naciones Unidas, (ONU) sin perjuicio de ningún Estado. Solicita, igualmente, una profundgación de los acuerdos de Helsinki, desestimando las simples declaraciones programáticas, en sus tres cestos por igual: cuestiones político-militares, cooperación económica y respeto a los derechos humanos y libertades.