Cobra fuerza la hipótesis de que un misil derribó a un DC-9 italiano sobre el mar Tirreno
El presidente de la compañía aérea italiana Itavia, Aldo Davanzali, ha recibido una notificación judicial "por difusión de noticias falsas". Se refiere a su tesis de que el avión de su compañía, un DC-9 precipitado en el mar Tirreno, el 27 de junio pasado, causando la muerte de 81 personas, fue destruido por un misil de naturaleza «desconocida». El mismo ministro de Transportes, el socialista Formica, había declarado al Parlamento que esta hipótesis era una de las más probables.
El presidente de Itavia, una compañía que agoniza bajo el peso de sus 3.500 millones de pesetas de deudas, fue convocado ayer por el magistrado Giorgio Davanzali, al cual no sólo repitió su tesis, sino que añadió que sus suposiciones de ayer se han transformado en «certeza». Y para probarlo ha presentado a la justicia un informe muy completo explicando pormenores del extraño accidente, cuya explicación oficial nunca dejó convencida a la opinión pública. En el informe se afirma que los expertos han podido descartar científicamente una por una todas las demás hipótesis y que ha quedado en pie, hasta el punto de ser aceptada oficialmente por el mismo ministro, la de un interceptador que se atravesó en la trayectoria del DC-9 y que excluye la hipótesis del «choque». Los exámenes médicos de las víctimas, se dice en el informe, demuestran una descompresión explosiva y se ha podido demostrar que el DC-9 se ha desintegrado en varias partes y que fue repentinamente desviado noventa grados de su ruta. En el cuerpo de una de las víctimas se ha en contrado un fragmento de metal de varios centímetros, que presenta restos de compuestos extraños al aeroplano y al cuerpo humano, sobre todo fósforo, que pueden ser relacionados con artefactos bélicos.
Caída en vertical
Una explosión en el interior del avión habría provocado su caída en vertical. Ahora bien, el aparato se desintegró y aparecieron restos fuera de la ruta del DC-9. Además, el radar detectó, según el presidente de Itavia, que un avión militar se encontraba en la rutadel DC-9. «Hay, por consiguiente, alguien que ha debido presenciar la catástrofe y que se calla», afirma Davanzali, punto este que, de verificarse, sería una «grave acusación», en opinión de la Prensa.El documento del presidente de Itavia concluye afirmando que el accidente tuvo, lugar a causa de la interceptación errónea por parte de un artefacto bélico de origen desconocido. A consecuencia del impacto se desintegró el DC-9.
Por su parte, el general Acame, diputado socialista y presidente de la Comisión de Defensa del Parlamento, ha afirmado que tampoco puede descartarse la hipótesis de que el DC-9 haya podido atraer un misil lanzado sobre un Drone, es decir, un avión que funciona como blanco dirigido, por radio y que puede ser lanzado desde aparatos militares o bien bases terrestres.
En apoyo de la tesis del misil, además de la grabación del radar, figuran hechos como el descubrimiento de los restos de un avión radiocomandado de la industria norteamericana Beachcraft.
El caso del misil, que ocupa espacios privilegiados en la totalidad de los medios de información, reúne todos los requisitos para dar pie a un escándalo sobre la seguridad en los cielos de Italia.
Lo cierto es que los ejercicios militares que usan como blanco un avión de dimensiones muy pequeñas y su piloto se realizan en el Mediterráneo no sólo por la Marina, la Aviación o el Ejército italiano, sino también por los americanos y por los libios. Según informaba ayer el diario Repubblica, el general Gadafi dispone de este tipo de misiles y es fácil obtenerlos en el mercado internacional de armamento.
Tanto la OTAN como la fuerza aérea italiana han afirmado que en el momento de la catástrofe ningún avión suyo realizaba operaciones en esta zona del mar Tirreno, que es escenario de numerosas actividades militares.
Hechos misteriosos
El periódico italiano La Repubblica decía, sin embargo, a este respecto que el proyectil, de tamaño relativamente grande, podría haber sido lanzado tanto desde un avión militar como desde un navio que estuviese efectuando maniobras de distintos tipos.Es necesario recordar, por ejemplo, que, dos días después del accidente del DC-9 sobre el mar Tirreno, un pequeño avión libio se precipitó misteriosamente sobre Calabria, quedando carbonizado el piloto. Entonces se dijo que el hecho era puramente casual. Por su parte, el partido comunista hizouna interpelación parlamentaria en aquellos días pidiendo noticias de dos pilotos americanosque habían «desaparecido» de la base de Nápoles.
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