La ausencia de Del Burgo, imprescindible para la celebración de plenos del Parlamento Foral

La Mesa interina del Parlamento Foral de Navarra, después de haber escuchado a la Junta de Portavoces, ha acordado «no convocar plenos mientras no existan garantías de que pueda funcionar el Parlamento». De esta forma, el Parlamento entiende que, para poder celebrarse los plenos, Del Burgo deberá ausentarse, o bien dimitir, de diputado foral, cuestión que le fue exigida por el Pleno a raíz de sus implicaciones en el caso FASA, el pasado 14 de abril.

Al término de una larga y tensa sesión, que se prolongó por espacio de más de cinco horas, el Parlamento llegó a la fórmula de no celebrar plenos si Del Burgo insiste en asistir, después de haber rechazado las propuestas de UCD y del PNV. El grupo centrista, a través de su portavoz, Rafael Gurrea, proponía que se convocaran ordinariamente los plenos, «y, si se comete alguna falta, que se sancione de acuerdo con el reglamento». Esta alternativa, que contó con la oposición del resto de los grupos parlamentarios, equivalía, según explicó el presidente del Parlamento, Arbeloa, a tener que expulsar del Pleno a un grupo numeroso de parlamentarios por el hecho de que pidiesen que Del Burgo fuera, a su vez, expulsado.Por su parte, la fórmula del PNV, en la que se proponía que el Parlamento dirigiese un escrito a Del Burgo haciéndole constar que, de insistir en su deseo de asistir a los plenos, le fuera aplicado sin debate el artículo 56 del reglamento (es decir, la expulsión), fue finalmente desestimada, después de tres sucesivos empates en las votaciones de los miembros de la Cámara. En consecuencia, fue aceptada la formulación realizada por el grupo socialista, que propuso que el Parlamento no celebre más plenos de la Cámara en tanto no tenga garantías de funcionamiento, lo que, en la práctica, equivale a poner junto a las cuerdas a Jaime Ignacio del Burgo, ya que éste, o acata esta nueva propuesta del Parlamento y se ausenta de las sesiones, o, por el contrario, insiste en asistir, se producirá una grave paralización en los trabajos parlamentarios.

A lo largo del debate, no obstante, el representante del PSOE, Urralburu, propuso otra fórmula, que quedó sobre la mesa: que Del Burgo se comprometa por escrito a renunciar, en tanto los tribunales de Justicia se pronuncien sobre su caso, al cargo de diputado foral, o bien que realice una consulta a la junta electoral de Pamplona para conocer la posibilidad de dimitir como diputado foral y continuar como parlamentario. En el supuesto de que Del Burgo renunciara temporalmente o presentara su dimisión como diputado foral, el PSOE, según Urralburu, aceptaría que Del Burgo asistiese a las sesiones plenarias del Parlamento, en su condición de parlamentario.

Arbeloa, dispuesto a dimitir

Arbeloa (PSOE), por otra parte, respondiendo a las críticas realizadas por UCD y UPN sobre su falta de energía para presidir el Parlamento, aseguró que, tanto a nivel personal como de partido político, estaba dispuesto a presentar su dimisión como presidente de la Cámara si existía otra candidatura que asegurase la existencia de normalidad en los plenos. «Cuando alguien nos plantee una solución reglamentaria y política que exija cambio de presidencia», indicó Arbeloa, «mi partido y yo estamos dispuestos a poner el cargo a disposición de la Cámara».Por el momento, se desconoce la postura que adoptará el dirigente centrista Jaime del Burgo en torno a la resolución adoptada por el Parlamento Foral, si bien a raíz de la suspensión del último pleno, la semana pasada, a causa de su presencia en la Cámara, aseguró que pensaba asistir a todos los plenos que se celebraran en lo sucesivo, por entender que estaba en su perfecto derecho.

Por su parte, Rafael Gurrea, brazo derecho de Del Burgo, aseguré en la Junta de Portavoces que no comprendía «cómo puede aceptar el PSOE el tipo de parlamentarismo y la visión del sistema parlamentario que tienen Herri Batasuna y PTE. Comportarse como se quiere comportar el Parlamento es propio de una asamblea jacobina».