Las Brigadas Rojas secuestran a un juez italiano

El magistrado Gíovanni d'Urso, figura de primera línea del Ministerio de Gracia y Justicia italiano, fue secuestrado, en la noche del viernes, en Roma, por las Brigadas Rojas. Este grupo ha exigido a cambio de su liberación la supresión de una «supercárcel».Fueron las Brigadas Rojas quienes dieron la noticia del secuestro a un diario de la capital, antes de que lo supiera, incluso, su misma familia.

Giovanni d'Urso era, en el Ministerio de Gracia y Justicia, el director general de los Institutos de Prevención y de Pena y consejero del Tribunal Supremo. De él dependía la responsabilidad de los traslados de una cárcel a otra de los presos, de su alojamiento y de la decisión de destinar a algunos de ellos a las cárceles especiales, creadas por el general Carlo Alberto dalla Chiesa para los presos políticos acusados de terrorismo.

Se trata del tercer magistrado secuestrado por las Brigadas Rojas y el acto terrorista está dentro de la campaña por parte de dicha organización contra quienes trabajan en las cárceles que ellos llaman «de Estado». De hecho hace sólo diez días asesinaron en Roma a Giuseppe Furci, director sanitario de la cárcel Regina Coeli, mientras en las últimas semanas, incluso la noche misma del terremoto, se registraron tumultos sangrientos en varias cárceles donde los presuntos terroristas detenidos piden la abolición de las prisiones especiales.

A las ocho de la noche había telefoneado a su mujer para decirle que estaba saliendo del Ministerio, y mientras en su casa se angustiaban por su retraso, llegó la noticia del secuestro dada por las Brigadas Rojas. Desde aquel momento Roma se convirtió en una ciudad bloqueada por los puestos de vigilancia de policía y carabineros, pero. no fue posible encontrar ninguna huella de los terroristas.

Lo que se preguntaban ayer círculos políticos de la izquierda es cómo se explica el que las Brigadas Rojas se presentan, casi como para distraer la atención de la opinión pública, cada vez que sobre el país se levanta una oleada de escándalos financieros que golpean a los hombres políticos más sonados, especialmente de la Democracia Cristiana, o cada vez que el partido comunista da un paso hacia adelante en su largo y no siem pre fácil camino de democratización y de alejamiento de la Unión Soviética.