España reducirá las importaciones de crudo previstas para 1981
España, como el resto de los veintiún países miembros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se ha comprometido a reducir su consumo petrolero durante 1981 en un 4%. La medida fue anunciada por el ministro de Industria y Energía español, Ignacio Bayón, en una conferencia de Prensa con los periodistas españoles, en la que también manifestó que, «en principio, España debiera contar preferentemente a la hora de firmar contratos de explotación de petróleo con las autoridades guineanas».
Bayón representa a nuestro país en las reuniones del consejo de dirección de la AlE que, a nivel de ministros, se encuentra reunido en la sede francesa de la OCDE para examinar la situación energética mundial a la vista del conflicto Irán-Irak.Con la reducción del consumo de petróleo, aconsejada por la AIE, se pretende sortear las tensiones en el mercado petrolero. De cara al primer trimestre de 1981 se cree que los precios tenderán al alza y el déficit de la oferta se situará alrededor de dos millones y medio de barriles por día. El panorama, a corto plazo al menos, no se considera dramático como consecuencia del incremento de la producción de los emiratos, Arabia Saudí, Kuwait y Qatar.
España, concretamente, en este sector del ahorro de energía tratado en la AlE, tendrá que importar 51,1 millones de toneladas, en vez de 53,33 millones a lo largo de 1981. La AIE ha insistido en la necesidad de evitar compras en el mercado spot. En todos estos aspectos, a lo largo del año en curso, parece ser que los países de la AIE han cumplido sus previsiones. Se trató igualmente de la cuestión de los almacenamientos, y España, dada su situación desfavorecida, pudiera recurrir en el futuro al fondo de compensación creado por la agencia.
El ministro Bayón se manifestó explícito al afirmar que España aceptaba la autolimitación recomendada por la AlE, pero sería necesario «que los países más poderosos-y menos gravados por las deficiencias energéticas cumplan sus compromisos».
Sobre la política carbonífera, alternativa importante a la del petróleo, quedó perfectamente determinado que para el horizonte 1990 los veintiuno habrán duplicado la producción. En este aspecto, el ministro de Industria pudo anunciar que España va por delante de las recomendaciones de la agencia, ya que ese objetivo se alcanzaría en 1985.
Con vistas a un intento de normalización del abastecimiento energético, en la medida de lo posible, la AlE prevé una globalización de relaciones con los países consumidores de crudos. Tendrían que establecer el máximo de relaciones económicas, financieras y tecnológicas con los productores.
El tema no es nuevo y la conferencia o diálogo Norte-Sur, bajo todas sus formas, va por ese mismo camino. Hasta la fecha, sin embargo, no se ha pasado del estadio «filosófico» de la cuestión, pero es significativo que la AlE, creada por los EE UU de los tiempos de Henri Kissinger «contra» los países de la OPEP, se ha evolucionado en el sentido de la cooperación global con los países del Tercer Mundo privilegiados por el petróleo.
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