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Escasa participación en las manifestaciones del Día de Andalucía

El Día de Andalucía se celebró, el domingo, en las capitales de la región y otras como Barcelona o Baracaldo (Vizcaya), con una asistencia muy inferior a la de años anteriores. Según los corresponsales de EL PAIS y las agencias informativas, el total de personas que participó en las distintas manifestaciones o festejos populares no superaría las 35.000 a 40.000. Jaén, provincia que en el referéndum del 28 de febrero se pronunció por la autonomía rápida del articulo 151 de la Constitución con los resultados más escasos (excepción hecha de Almería, que quedó por debajo del porcentaje necesario), fue la que concentró más gente en la manifestación del domingo. Los organizadores dieron la cifra de 20.000 personas; la agencia Europa Press, 15.000, y el corresponsal de EL PAIS, 10.000.

En Sevilla no llegó a celebrarse la manifestación por el fallecimiento del gobernador civil de la provincia, Isidro Pérez Beneyto. En Córdoba, la marcha fue sustituida por una fiesta popular. Los lemas acordados por los partidos convocantes -PSOE, comunista y Partido Socialista de Andalucía- fueron: «Por el Estatuto y por el Plan de Urgencia para Andalucía (PUA)». Esta alusión al PUA fue la razón dada por Unión de Centro Democrático para no adherirse a la organización de los actos, lo que hizo que en varias manifestaciones se gritara «No se ve, no se ve, la bandera de UCD», y que el viceconsejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Ladislao Lara Palma, del PISA, dijera en Huelva que «es bueno que se desmarquen los que no quieren Ia liberación de Andalucía» y remarcara que «el PUA no debe ser una limosna» para esta región.Al final del itinerario de cada concentración se leyó el manifiesto redactado para el día por el presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, en el que éste señala la importancia de la fecha del 28 de febrero para el pueblo andaluz, ya que ese día «conquistamos ante las urnas el mismo techo autonómico para nuestro futuro estatuto que ya tenían Galicia, Cataluña y el País Vasco».

Según el manifiesto del presidente andaluz, el PUA constituye un objetivo absolutamente irrenunciable para la Junta de Andalucía, y el Estatuto de Autonomía «será el marco legal en el que los andaluces nos moveremos en un futuro que debe ser muy próximo para enfrentarnos a nuestros problemas, asumir nuestras responsabilidades y defender nuestras aspiraciones».

En Málaga y Granada se produjeron incidentes. En la primera de las capitales, donde, según nuestro corresponsal, se manifestaron alrededor de 3.500 personas, diez veces menos que el año pasado, un ex legionario se situó al frente de la marcha con una bandera española. El ex legionario fue atacado por unos jóvenes que le causaron heridas leves en una mano y destrozaron la bandera que portaba. Al pasar la manifestación por las cercanías de la sede de Fuerza Nueva, que estaba engalanada con banderas nacionales, un grupo de militantes de los partidos de izquierda extraparlamentaria, que marchaban a poca distancia de la manifestación oficial, coreó gritos en favor de ETA. Este grupo portaba banderas republicanas.

Con posterioridad, hubo algunos incidentes protagonizados por elementos de ultraderecha. Dos militantes comunistas resultaron heridos en la cabeza al ser golpeados con porras y cadenas. El comité provincial del Partido Comunista de Andalucía culpó de esta agresión a militantes de Fuerza Nueva.

En Granada, unas doscientas personas, militantes de partidos de la izquierda extraparlamentaria, desfilaron tras la cola de la manifestación con una pancarta que decía: «Por la tierra, el trabajo y la enseñanza: estatuto de izquierdas».

Nuestro corresponsal en Cádiz destacó la ausencia en la manifestación del diputado por esta provincia y primer secretario del PSA, Alejandro Rojas Marcos, que, en cambio, sí asistió a una asamblea provincial que celebró su partido por la tarde.

En Barcelona se manifestaron más de 4.000 personas, convocadas por el Centro Andaluz en Cataluña Blas Infante, y la concentración contó con el respaldo de las principales fuerzas políticas catalanas. De hecho, asistieron el presidente de los comunistas catalanes, Gregorio López Raimundo; el primer secretario de los socialistas, Joan Reventós, y el diputado del PSA y líder de su sector crítico, José Acosta Sánchez.

En Baracaldo (Vizcaya), varios cientos de personas, la mayoría emigrantes, conmemoraron también el Día de Andalucía.

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