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Conferencia socialista del Mediterráneo en Málaga

Con la asistencia de representantes de 28 organizaciones políticas socialistas y progresistas procedentes de quince países, se inauguró ayer, en un hotel en Fuengirola, Málaga, un simposio sobre «Paz y seguridad en el Mediterráneo», organizado por el Partido Socialista Obrero Español.

Se trata de la cuarta reunión de esta «Conferencia socialista del Mediterráneo», que mantuvo anteriormente encuentros en Barcelona, Malta y Atenas. El respaldo económico de Libia ha sido esencial para mantener vivo este foro, al que, antes de su integración en el PSOE, acudían por parte española el Partido Socialista Popular y la Federación de Partidos Socialistas, que en algún momento se planteó como una alternativa mediterránea a la Internacional Socialista.

Tras unas palabras de bienvenida pronunciadas por Rafael Ballesteros, secretario general del PSOE en Málaga, y del libio Muftah Madi, del secretariado permanente de la Conferencia Socialista del Mediterráneo, el simposio comenzó sus trabajos con cuatro grandes temas de debate: la presencia militar extranjera en la región, las zonas conflictivas, la carrera armamentista en el Mediterráneo y las alternativas posibles.

El Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino, en el poder, analizó en su intervención las zonas de conflicto del área, con una breve alusión al problema del Sahara occidental; «el tratado tripartido de Madrid, la política de agresión del régimen marroquí contra el pueblo saharaui y la intervención militar de una potencia europea han agrandado este conflicto hasta el punto de ocultar su verdadera naturaleza de un problema de descolonización», dijo el representante argelino, para quien los objetivos del «imperialismo» en esta crisis son la consolidación del régimen marroquí, la neutralización de Argelia y el refuerzo de la seguridad en el extremo occidental del Mediterráneo.

Condiciones argelinas

El delegado argelino pidió la retirada de las flotas, el desmantelamiento de las bases extranjeras en el Mediterráneo y la no ampliación de las alianzas militares, como condiciones básicas para la paz y la seguridad en la región.Un representante del partido Opción Revolucionaria, de Marruecos, reivindicó para su país la soberanía de Ceuta y Melilla, al tiempo que defendía la soberanía española sobre Gibraltar y rechazaba la independencia del Sahara occidental. Más tarde, un portavoz del PSOE reiteró ante la Prensa española la postura oficial de su partido sobre las plazas de soberanía como partes integrantes del territorio nacional, aunque expresó su intención de no entrar en polémica sobre el tema en un foro como la Conferencia Socialista.

Un delegado griego, del Centro de Estudios del Mediterráneo, organización vinculada al PASOK de Andreas Papandreu, dijo que la armonización de la seguridad y el desarrollo es la gran tarea de las fuerzas socialistas y progresistas para conseguir un renacer mediterráneo. La Europa del Sur debe equilibrar el atlantismo, la dependencia europea de Estados Unidos, en opinión de los socialistas griegos.

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