La CEE prorroga las licencias españolas de pesca hasta el 31 de diciembre

La Comunidad Económica Europea (CEE) decidió a última hora de la tarde de ayer permitir que los pesqueros españoles que faenan en la zona octava (golfo de Vizcaya) capturen este mes trescientas toneladas de merluza más de las previstas. Gracias a este acuerdo, los pescadores españoles no tuvieron que abandonar dichas aguas comunitarias a las doce de la noche de ayer, como se había anunciado. Las trescientas toneladas serán descontadas de la cuota que se negocie para 1981.

La Comisión Europea advirtió hace una semana a la misión española ante la CEE que los pesqueros españoles habían sobrepasado con creces la cuota de merluza fijada para la zona octava este año. El portavoz oficial de la comisión, Finn Gundelach, encargado de los temas agrícolas y de pesca, afirmó desconocer la cifra exacta de las capturas españolas, pero aseguró que, incluso con los datos proporcionados por la Administración española en la mano, quedaba claro que a finales de noviembre ya se habían superado las 5.600 toneladas acordadas para 1980. Consecuentemente, la comisión advirtió a Madrid que los barcos españoles debían abandonar inmediatamente el golfo de Vizcaya.Una rápida gestión del ministro de Agricultura, Jaime Lamb de Espinosa, con el comisario Gundelach permitió un respiro de cuatro días. Gundelach presentó ayer ante el comité de representantes permanentes de los nueve (Correper) una propuesta que permitiera a los pescadores españoles proseguir sus faenas hasta el 31 de diciembre, fecha de caducidad del actual acuerdo hispano-comunitario.

La fórmula de trescientas toneladas «extras», aprobada por el Correper, no supone ningún «regalo» comunitario, sino un simple «adelanto». La merluza capturada este mes de diciembre será, en efecto, descontada de la cuota que se apruebe para 1981. Como se ha informado ya, la CEE propone a España una reducción tajante de cuotas y licencias para el próximo año, pasando de las 11.000 toneladas capturadas en 1980 (más las trescientas aprobadas ayer) a sólo 7.000.

La Administración española intenta jugar en la negociación global la misma carta que ha Jugado para obtener una «prórroga» en el mes de diciembre: la amenaza de disminuir paralelalas de pescado comunitario, sobre todo francés. El acuerdo marco, según los negociadores españoles, se basa en un criterio de «reciprocidad» y respeto de todos los intereses.