Equilibrio militar

Una sociedad jerarquizada como la militar demuestra especial sensibilidad a las cuestiones de la justicia y el equilibrio en el trato a sus componentes.Cuando ese equilibrio se deteriora por algún sitio, la institución se resiente.

Nada más lejos de nuestro ánimo que imponer una regla de conducta a quienes conocen de sobra las que les afectan. Pero sí va siendo hora de señalar que se detecta una cierta falta de equilibrio en las actuaciones de algunos mandos respecto a un sector de oficialidad.

Primero fue, por recordar tiempos próximos solamente, el caso del comandante Monge, arrestado a catorce días inicialmente y a dos meses después, por una carta aparecida en un periódico en defensa de la soberanía del Parlamento. Otras cartas, que defendían presupuestos contrarios, no merecieron el mismo rigor sancionador.

Los militares que han escrito en Prensa de acuerdo con la legislación vigente ven, es el caso del comandante Perinat, cómo se les abren expedientes judiciales, mientras otros que atacan desde otras páginas al sistema lo hacen con impunidad.

El arresto ayer del coronel Graiño, firmante de una entrañable carta publicada en nuestro periódico, viene a sumarse a este desequilibrio a la hora de tratar la relación de los militares con la Prensa, y es un dato más a tener en cuenta si se quiere cumplir con la obligación de estar atento, como corresponde a los informadores, a cualquier situación que pueda poner en peligro la imagen de las instituciones en general y de nuestras Fuerzas Armadas en particular.

, 28 de noviembre