Rupérez critica una propuesta soviética en la CSCE

El embajador Javier Rupérez, jefe de la delegación española en la Conferencia de Madrid, dijo ayer que las propuestas soviéticas de congelación de alianzas defensivas, pese a su pretendido carácter pacifista, supone el «despojar a los Estados de su derecho inmanente de legítima defensa».En una intervención ante el grupo auxiliar de trabajo encargado de revisar el primer «cesto» de los acuerdos de Helsinki (principios y seguridad), Rupérez criticó a la Unión Soviética por la intervención militar en Afganistán, y subrayó las contradicciones existentes entre «el comportamiento real de la URSS y las formulaciones que ella misma hace de ese comportamiento».

La propuesta soviética de no ampliar las alianzas militares existentes, prosiguió el embajador español, equivale a anular un artículo de la Carta de las Naciones Unidas (el artículo 51), que reconoce a cada Estado su derecho a la legítima defensa como algo inherente a su condición de Estado soberano. Esta propuesta de la URSS supondría, por tanto, el quebrantamiento del sistema mundial de seguridad creado por la Carta y «no sorprenderá por ello que mi delegación denuncie sin ambigüedades este propósito y rechace el pretendido carácter constructivo y pacifista que se le quiere otorgar».

La tercera semana de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) concluyó ayer, en un clima distendido y con tres comisiones trabajando, aparte del plenario, con absoluta normalidad.

Cuatro países ribereños del Mediterráneo, no miembros de la CSCE, intervinieron ante la sesión plenaria de ayer. Marruecos, Argelia, Tunicia y Egipto coincidieron en la petición de una situación superior en la Conferencia de Seguridad, como países miembros de pleno derecho. Todos trataron también del conflicto de Oriente Próximo y de la situación de los palestinos.

Marruecos y el Sáhara

El embajador marroquí en Madrid, Maati Jorio, aludió al conflicto del Sáhara al decir que «Marruecos es víctima desde hace casi cinco años de continuas agresiones perpetradas desde el territorio de un país vecino con el fin de atacar su integridad territorial y su unidad».

Tras indicar que Marruecos «hace y hará frente con determinación a las ambiciones hegemónicas de sus agresores», el embajador Jorio dijo que su país «queda abierto a cualquier diálogo constructivo y a toda iniciativa que tienda a la búsqueda de la paz en la región».

El representante marroquí aludió también al proyecto de unir Europa y Africa, a través del estrecho de Gibraltar, con un enlace fijo y permanente, para lo que recabó la ayuda técnica, material y humana de los países signatarios del Acta Final de Helsinki.

En la tercera comisión, encargada de los derechos humanos, la Unión Soviética hizo ayer una larga intervención en la que presentó estadísticas y datos sobre la libre circulación de Prensa extranjera, añadiendo que Moscú no olvidará el tratamiento dado por la Prensa a la posición soviética, en la CSCE, sin que añadiera más detalles.