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Triunfo del PSOE, avance de AP y descalabro de UCD y PSA

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que cuenta con tres nuevos senadores, y Alianza Popular (AP), que incrementó sus votos populares, pese a la alta abstención registrada, son los dos ganadores de las elecciones parciales celebradas el jueves en Sevilla y Almería para cubrir tres escaños vacantes por dimisión de sus titulares. Los grandes perdedores son Unión de Centro Democrático (UCD), que se hunde en Sevilla y se ve desplazada al segundo lugar en Almería, y el Partido Socialista de Andalucía (PSA), cuyo ascenso de 3.945 votos en Almería constata con la pérdida de 63.805 votos en Sevilla. El Partido Comunista de Andalucía (PCA-PCE) pierde votos, pero se mantiene como segunda fuerza política.Los dirigentes de los partidos perdedores intentan buscar consuelo en los altos índices de abstención registrados -55,38% en Almería y 57,1 % en Sevilla-, mientras los favorecidos por la jornada señalan que no son tan desmesurados si se tiene en cuenta la evolución de los últimos comicios (véase gráfico adjunto) y el hecho de que no estuvieran en juego ni la mayoría en el Senado ni en la Asamblea de Parlamentarios andaluces, que pronto iniciará la redacción del Estatuto de Autonomía de la región. UCD disfruta en la Cámara alta de una mayoría si cabe más holgada que la que tienen el PSOE y la izquierda en la Asamblea de Parlamentarios.

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Por otra parte, los partidos ganadores, PSOE y AP, y también el PCA, que se apunta entre los vencedores, intentan magnificar su victoria e interpretan la derrota de centristas y andalucistas como un voto de castigo por la política autonómica.

«Unas elecciones parciales no movilizan a la opinión pública como unas generales o municipales, pero hay otras razones», afirmó Soledad Becerril a Europa Press. La diputada sevillana entiende que el electorado de UCD quiere que haya más decisión e incluso que se asuman riesgos en algunos temas, como el económico y el de orden público. «En el tema autonómico», dijo, «hay que trazar un camino definitivo y mantenerlo a rajatabla».

Si los partidos políticos dieron importancia a estas elecciones -y hay que entender que sí se la dieron, pues UCD llegó a implicar a Adolfo Suárez en la campaña, en su doble condición de presidente del Gobierno y del partido-, no era por los tres escaños en juego, sino por lo que la confrontación tenía de pequeña prueba electoral. Las implicaciones extraandaluzas de las elecciones las reconocía uno de los vicepresidentes de la UCD regional, Francisco Soler, quien en declaraciones a EL PAIS sostenía que había ganado la abstención, y «ésta ha sido absolutamente nuestra». Soler situaba los malos resul tados de su partido más en el con texto de la política nacional que en el de la política provincial. Y es cierto que tanto Felipe González como Adolfo Suárez en sus intervenciones pusieron más énfasis en las cuestiones nacionales que en las andaluzas.

Como consecuencia de la alta abstención, todos los partidos, salvo Alianza Popular en ambas provincias, y el PSA en Almería, pierden votos. Alianza Popular gana 3.055 votos en Sevilla, que le colocan en plano de igualdad con UCD. Los datos facilitados por el Gobierno Civil, que se contradicen con los del Ministerio del Interior, colocan a AP por encima del partido del Gobierno. El gerente de la campaña de AP calificó esta contradicción como exponente de irregularidades. «Esos votos de más que el Ministerio del Interior apunta a UCD nos huele claramente a pucherazo», manifestó Pedro Rodríguez Pacheco a El PAIS. En Almería, AP sube 1.410 votos, que le suponen pasar del 4,55% al 7,55%, con respecto al 1 de marzo de 1979.

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El PCE pierde en Sevilla 18.912 votos, lo que no le impide constituirse en la segunda fuerza política de la provincia, detrás del PSOE. Pasa del 16,29 % al 21,81%. En Almería pierde 4.532, y se ve desplazado al cuarto lugar por el PSA.

Los andalucistas son grandes derrotados, porque a los 63.805 votos que pierden en Sevilla hay que sumar las aspiraciones de crecer de que habían hecho gala y que tienen un leve reflejo en los 3.942 votos que ganan en Almería. En Sevilla su porcentaje sobre el voto emitido baja 4,63 puntos, es decir, del 16,44% al 11,81 %. En Almería suben 4,59 puntos.

UCD pierde en Sevilla 141.564 votos, y desciende del segundo al cuarto o quinto lugar, situándose en un 8,75% de los votos emitidos frente al 25,6% obtenido en marzo de 1979. En Almería pierde con los dos escaños 42.904 votos y 14,52 puntos (del 41,94% baja al 26,42%).

El PSOE, además de ganar los tres escaños, pierde 12.669 votos de los 204.893 obtenidos por Plácido Fernández Viagas en Sevilla, y sube del 29,15% al 43,84%. En Almería desplaza a UCD como fuerza hegemónica -dos diputados y tres senadores socialistas frente a dos diputados y un senador centristas-, y sube del 35,83% al 40,79%, pero pierde 12.886 votos.

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