El Gobierno y el Polisario continúan las conversaciones para liberar a los pescadores
Las conversaciones hispano-saharauis en tomo al tema de la pesca en el banco sahariano y la liberación de los 36 pescadores españoles en manos del Polisario continuarán normalmente en los próximos días, en la medida en que ambas partes no desean su ruptura, declararon ayer a EL PAIS fuentes solventes. Hoy se incorpora a ellas el subdirector general de la Oficina de Información Diplomática, Julio Albi, experto en temas del Sahara.
Según ha podido comprobar este periódico, la delegación española, integrada hasta ahora por el embajador Emilio Casinello y el subdirector de la Cancillería, José Cuenca, no ha expresado en ningún momento a sus interlocutores que los con tactos podrían suspenderse, a petición de Madrid. Si bien es cierto que todos adolecen cansancio por la larga serie de encuentros, y una fatiga particular producida por el verdadero «diálogo de sordos» que se ha instaurado desde el primer día, ni el Polisario ni la delegación española parecen desear correr el riesgo de interrumpir las conversaciones, aunque éstas se han espaciado notoriamente en las últimas semanas.A rengión de la discusión sobre un proyecto de declaración conjunta, susceptible de facilitar la liberación de los pescadores, surgieron nuevas complicaciones que motivaron un replanteamiento de los temas, pero esta incidencia no puede calificarse de grave.
Está descartado el regreso a Madrid de los dos emisarios es pañoles. En la medida que se decidiera la vuelta de uno de ellos, por razones de servicio, sería compensada con la presencia de otro negociador. Esto significa, a ojos vistas, que Madrid no desea incurrir en el «desliz» diplomático que representaría la ausencia de toda la delegación, susceptible de ser interpretada cono una ruptura unilateral de las conversaciones.
El Polisario no ha dado a entender en momento alguno que tomaría la responsabilidad de una ruptura, aunque el ritmo actual de las conversaciones y su práctica inutilidad en materia de aunar argumentos no satisface al frente saharaui.
