El Parlamento autónomo reclama el derecho de inviolabilidad para sus miembros

Un clima de insólita cordialidad, que incluyó la felicitación pública por parte del portavoz de Euskadiko Ezkerra, Jon Olaberría, al presidente de la Cámara, el nacionalista Juan José Pujana, presidió gran parte del Pleno celebrado ayer por el Parlamento vasco en Vitoria.

Fue el mismo Olaberría quien, a propósito del acuerdo unánime sobre la inviolabilidad de los parlamentarios vascos, se preguntó si la actitud observada en ese punto por el partido mayoritario, no «marcaba quizá la vía para la resolución de otros problemas».El Pleno aceptó por unanimidad la toma en consideración de una proposición de ley a presentar en el Parlamento español -en aplicación de la capacidad e iniciativa legislativa que la Constitución reconoce a los parlamentos de las comunidades autónomas- sobre el reconocimiento de la inviolabilidad e inmunidad de los parlamentarios vascos. En sus explicaciones de voto, todos los grupos se mostraron de acuerdo en resaltar que con esta iniciativa se garantizaba la consideración de los órganos legislativos autonómicos como parte del entramado Institucional del Estado, tal como lo contempla la Constitución.

Si la iniciativa legislativa prosperase en el Congreso de los Diputados, será preceptiva la previa autorización del Parlamento vasco (concesión de suplicatorio) para iniciar actuaciones judiciales contra miembros de la Cámara autonómica o para proseguir dichas actuaciones respecto a «quienes, hallándose procesados o inculpados, accedan a la condición de diputados». El supuesto sería inmediatamente aplicable al diputado por Herri Batasuna Iñaki Pikabea, detenido actualmente en Soria.

El tono de acuerdo se quebró, sin embargo, al rechazar el PNV y UCD una proposición de ley presentada por Euskadiko Ezkerra sobre la regulación de los «centros de contratación y distribución de mercancías» -tema clave en los recientes conflictos del sector del transporte en Vizcaya-, con el argumento de que el Gobierno había anteriormente presentado una proposición sobre el mismo tema.

El tono cordial estuvo también ausente del debate de la legalización de las organizaciones gays del País Vasco. La oposición por parte del grupo mayoritario tras la propuesta presentada por la izquierda en tal sentido mereció, entre otros, los siguientes epítetos dirigidos por el diputado socialista Pedro Viana a los parlamentarios nacionalistas: carrozas, trasnochados , carcas, hipócritas, jesuíticos y estrechos de coco.

Al interrumpirse la sesión, poco antes de las nueve de la noche, quedaban pendientes, entre otros puntos, la proposición sobre la derogación del real decreto de nombramiento de gobernador general para el País Vasco.