Cerca de 5.000 personas en el funeral por el coronel asesinado en Zaragoza
Unas 5.000 personas asistieron, ayer por la mañana en Zaragoza, al solemne funeral por el coronel Constante Acín, muerto a consecuencia de las heridas ocasionadas en un atentado reivindicado por los GRAPO, celebrado en la iglesia de Santa Engracia. La misa fue celebrada por treinta sacerdotes -muchos de ellos castrenses-, y presidió los oficios el arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes, quien en la homilía condenó el atentado, al mismo tiempo que exhortaba al perdón y a la paz dentro de un profundo sentido cristiano.
Al funeral asistieron la viuda y los tres hijos del fallecido, y las primeras autoridades militares y civiles de la región, además del general jefe del Estado Mayor del Aire, Emiliano Alfaro, Arregui.A la salida del féretro, llevado a hombros por miembros del Ejército del Aire, un amplio sector del público -entre ellos algunos militares uniformados- entonaron el Cara al Sol, muchos de ellos con el brazo en alto, y acto seguido profirieron gritos condenatorios del atentado y de las organizaciones terroristas, increparon a los altos jefes militares y corearon frases acusatorias contra el Gobierno y el teniente general Gutiérrez Mellado. Hubo también vivas a España.
No se produjeron incidentes violentos, salvo algunos forcejeos con la Policía Nacional, a pesar de que ésta no intervino en ningún momento. Este clima se prolongó después de haber abandonado el lugar el cortejo fúnebre, con diversas voces condenatorias, entre ellas la del general de la Guardía Civil, José Atarés, que en su día protagonizó un altercado con el teniente general Gutiérrez Mellado.
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