Atentado artístico
Fernando Chueca Goitia, que es un arquitecto especializado en la conservación del Madrid histórico-artístico, acaba de autorizar todo un atentado con la fachada del Ateneo, del que es presidente en función gestora. Se trata -increíblemente, dada la personalidad cultural de Chueca Goitia- de que la Compañía Telefónica Nacional de España haya colocado en la fachada histórico-artística del Ateneo de Madrid un banderín de teléfono público. El atentado es manifiesto desde dicho punto de vista y que él -extrañamente, ante los socios- no quiere reconocer. Pero es que también incurre con ello en doble atrepello: el de que se convierta el Ateneo de Madrid en cabina telefónica pública, ya que todo viandante de la calle del Prado puede entrar libremente en el Ateneo, sin necesidad de ser socio, y utilizar sus servicios bajo pretexto de que va a llamar por teléfono. Contraviene, pues, hasta el reglamento de la bien llamada Docta Casa, y los ateneístas estamos contrariados con dicha autorización de doble filo. Ya hemos protestado. Ahora corresponde asimismo a la Dirección General del Patrimonio Histórico- Artístico, a Adelpha y a cuantos velan por el respeto a las obras de arte y los monumentos, que presionen sobre la presidencia del Ateneo madrileño y deje de ser un latente atentado de doble vertiente. Insisto en que extraña mucho una autorización semejante firmada por un arquitecto especializado en conservar y reconstruir el Madrid histórico-artístico, aparte de ser catedrático, dos veces académico y presidente, a la vez, del Instituto de España, aglutinante de las Reales Academias./ (socio del Ateneo).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.