El PSOE interpelará al Gobierno sobre irregularidades en la emigración de mano de obra

El PSOE de León presentará, en los próximos días, una interpelación al Gobierno sobre presuntas irregularidades en la contratación de trabajadores españoles con destino a países africanos y a las plataformas petrolíferas del mar del Norte, según ha anunciado el diputado José Alvarez de Paz. Los contratos, que incluso están visados por el Instituto Nacional de Emigración, incluyen cláusulas contrarias a la actual normativa española, entre ellas algunas referidas a la duración de la jornada laboral -hasta catorce horas diarias- y a la libertad de despido sin ningún tipo de preaviso ni indemnización.Según el diputado socialista, los contratos están siendo firmados en España por sociedades filiales de grandes empresas extranjeras, que reclutan, sobre todo, trabajadores en paro -que luego figuran como «trabajadores trasladados»- para Africa y las compañías petroleras que operan en el norte de Europa. Los contratos ofrecen salarios del orden de las 80.000 pesetas mensuales por tiempo limitado.

Al menos una veintena de trabajadores de la zona de Ponferrada han presentado quejas relacionadas con este tipo de contratos, cuatro de las cuales han sido ya falladas por magistratura con sentencias favorables, en las que se obliga a pagar a las sociedades implicadas un total de tres millones de pesetas en concepto de indemnizaciones. Las demandas habían sido planteadas por incumplimiento de algunas de las cláusulas, entre ellas, las referidas al pago de los viajes por las respectivas empresas.

El mismo diputado manifestó también que el propio Instituto de Emigración estaba haciendo la vista gorda ante este tipo de irregularidades para evitar problemas a los trabajadores que han solicitado empleo urgentemente. Estos parecen encontrar mejores condiciones en los países africanos -donde trabajan como personal especializado en proyectos de obras públicas, que requieren también gran cantidad de mano de obra nativa- que en las instalaciones petrolíferas. Estas últimas están empezando a sustituir a los emigrantes españoles por trabajadores procedentes del Tercer Mundo, que presentan costes salariales aún menores.