¿Por qué un homenaje?

El próximo día 22 de noviembre se celebrará en Villanueva de la Serena (Badajoz) un homenaje a los ministros Ortega y Díaz-Ambrona y a Oliart Saussol. al que estamos invitados todos los extremeños.El acto, que está organizado por un grupo de amigos de las citadas personalidades, es, según reza la convocatoria, «como una prueba de reconocimiento a su dedicación y desvelo por los problemas de Extremadura, así como una muestra de solidaridad con estos ilustres paisanos que tantos desvelos muestran par la región».

Lo primero que nos llama la atención a aquellos extremeños que andamos en lo del trasvase Tajo-Segura, las nucleares, el paro obrero, la protección a los productos de los pequeños y medios agricultores, la emigración, la evasión del ahorro a otras regiones y nacionalidades, etcétera. es que se pretenda asociar a estos dos ministros con el intento de solucionar nuestros problemas.

Ni a Oliart Saussol ni a Ortega y Díaz-Ambrona se les vio en el pasado en ninguno de los contenciosos que Cáceres y Badajoz mantienen con la Administración. Y en la actualidad no es que solamente sigan brillando por su ausencia sino que, cuando aparece alguien como Pedro Cañada, lo convierten en enemigo al que hay que eliminar.

A Oliart Saussol se le conoce con el sobrenombre significativo de «El Forastero». Su vinculación con nuestra tierra es tal que, cuando le nombraron ministro de Industria. un guardia municipal de Mérida -su ciudad natal- respondió a un periodista que pretendía ampliar su biografía: «Ese señor no es de aquí, es forastero. Seguro que se han equivocado y han dicho Mérida en vez de Lérida».

En cuanto a Ortega y Díaz-Ambrona, ni nació, ni vivió en Extremadura. Es, eso sí, sobrino carnal de Adolfo Díaz-Ambrona, aquel pacense que durante el tiempo que fue ministro de Agricultura, en la época franquista, permitió la desertización de buena parte de nuestro suelo con la siembra masiva de eucaliptus.

Pues ahora se nos pide que nos solidaricemos con ellos. Pero, ¿por qué? ¿Para darles credibilidad frente a la creciente popularidad de regionalistas que han adquirido el senador Pedro Cañada y el diputado Enrique Sánchez de León? Debe ser por eso, pues los «desvelos y dedicación» que les adjudican los promotores del homenaje, o no existieron, o, lo que sería peor, fueron ineficaces.

La decisión, que sin duda contará con el apoyo de terratenientes y testaferros. es lamentable. Tan lamentable como que un extremeño tenga que recurrir a un púriódico de Madrid para publicar una carta que tendría que haber visto la luz en un diario regional./