"La izquierda debe cambiar la mala imagen de la Administración"

A las ocho de la tarde de ayer, José María Rodríguez Colorado, nuevo presidente de la Diputación Provincial, había tenido que tomar una aspirina contra el dolor de cabeza. Durante toda la tarde, los dos vicepresidentes (Luis Larroque recupera su puesto como tal hoy mismo) y el anterior presidente, Sócrates Gómez, le informaron de los temas más urgentes a debatir, y de los que irán al próximo pleno desde cada comisión informativa. José María Rodríguez Colorado, a quien sus amigos personales llaman Colo, no se muestra excesivamente preocupado por el hecho de pasar a dirigir un organismo que maneja 20.000 millones de presupuesto y que da trabajo a 15.000 empleados. Sí le preocupa un tanto el recorte que sus nuevas ocupaciones pueden depararle en su vida familiar, «porque la Diputación me va a llevar la mayor parte del día, y mi mujer, Angeles, no está demasiado metida en esto de la política, pero nos llevamos muy bien y no creo que haya problemas». José María Rodríguez Colorado tiene, además, un hijo de tres años,Pregunta. ¿Tiene la izquierda fuerza y capacidad suficiente para cambiar la desconfianza con que el ciudadano medio mira a la Administración pública?

Respuesta. La falta de confianza es comprensible, porque la Administración pública es ineficaz y poco ágil, burocrática, pero el problema es muy complejo. Los funcionarios están mal retribuidos, no tienen promoción profesional, ni incentivos para cumplir sus trabajos con más dedicación. Hay, sin embargo, algo que diferencia a la izquierda de la derecha, y es que mientras el Gobierno no está interesado en la reforma administrativa, la izquierda sí, y en todos los ayuntamientos ha puesto ya el problema sobre la mesa y dado los primeros pasos.

P. En la Diputación, ¿qué problemas son los que hay que poner ya sobre la mesa?

R. En principio aquéllos que ya fueron calificados como urgentes en el comité regional de la Federación Socialista Madrileña: la situación de la Ciudad Sanitaria Provincial, la política de inversiones y el tema de personal, que aún no cuenta con una política sectorial propia y tenemos que empezar a negociar el convenio.

P. ¿Cómo entiende Rodríguez Colorado la relación entre un cargo público y el partido al que pertenezca?

R. Los cargos públicos han de tener autonomía en el desarrollo de su gestión, pero, a su vez, ésta tiene que respetar escrupulosamente los programas del partido. En la Diputación no se hace, pero los ayuntamientos regidos por socialistas damos cuenta cada dos meses de nuestra gestión ante el comité local del partido y allí se dirimen los posibles conflictos.

P. ¿Cuál será el papel de la Diputación en el proceso autonómico madrileño?

R. La iniciación del proceso es urgente, aunque no haya sido fijada fecha todavía. La Diputación tendrá que seguir cumpliendo sus objetivos asistenciales actuales, e ir preparándose para recabar competencias en otras materias. Por otra parte, eso nos limita bastante, puesto que no podemos emprender actividades a muy largo plazo o reformas estructurales que no estén condicionadas ya por ese futuro.