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Fuertes tensiones ante el nombramiento de director general de Tráfico

El nombramiento del nuevo director general de Tráfico, puesto vacante desde que hace mes y medio José María Fernández Cuevas pasó a subsecretario de Ordenación Territorial parece producir más tensiones de las que en un principio podrían pensarse para un puesto de estas características. La disyuntiva entre un político o un técnico al frente de la Dirección General de Tráfico -que depende del Ministerio del Interior- y la negativa de algunos de los consultados para hacerse cargo del puesto han aumentado la tensión, provocando además ciertos rumores que han causado profundo malestar en Tráfico.

La polémica sobre el tipo de persona que debe estar al frente de la Dirección General de Tráfico viene de antiguo. La función específica de un cargo de estas características parece aconsejar que sea un técnico el que lo ocupe. Sin embargo, el buen trabajo durante los dos últimos años de Fernández Cuevas -político, aunque parcialmente técnico por su carrera de ingeniero industrial y bien secundado por un equipo de técnicos- parece demostrar lo contrario.Pero desde que Fernández Cuevas fue llamado por Martín Villa -que, siendo ministro del Interior, le nombró director general de Tráfico- para hacerse cargo de la Subsecretaría de Ordenación Territorial, hace casi mes y medio, la Dirección General de Tráfico sigue vacante.

Según ha podido saber EL PAÍS, el puesto podría habérsele ofrecido a ex goebrnador civil de Guipúzcoa Joaquín Argote antes de su paso al Gobierno Civil de Vizcaya, pero éste se habría negado. Posteriormente también habría sido contactado el anterior gobernador civil de Sevilla, Luis Fernández y Fernández-Madrid, que aún no parece haber respondido.

El retraso por estas maniobras para cubrir la vacante con un político habrían sido aprovechadas por la Federación Nacional de Autoescuelas para intentar colocar a uno de sus hombres al frente de Tráfico. Antes de la llegada de Fernández Cuevas, la Federación Nacional de Autoescuelas, a base de utilizar su facilidad de acceso a Martín Villa -gracias a la amistad de Ignacio Sanz-Rodrigo, presidente de las autoescuelas, y del padre Martínez Fuertes, antiguo procurador en las Cortes franquistas y actual presidente de la Confederación Española de Centros no Estatales, patronal de la enseñanza privada- había llegado a imponer su criterio por encima del de la Dirección General de Tráfico. Pero, desde hace dos años, la Federación Nacional de Autoescuelas ha sido puesta en su lugar por el actual equipo al frente de Tráfico.

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