La situación de Euskadi es de emergencia, según Benegas en el Club siglo XXI
«Creo que la situación es de emergencia, porque el PaísVasco es hoy, de todo el mundo democrático, el lugar donde más se mata por móviles políticos», dijo ayer el secretario general del Partido Socialista Obrero Español en Euskadi, Txiki Benegas, en el Club Siglo XXI. Benegas incluyó dentro de su definición de la situación de emergencia la situación económica - 150.000 trabajadores en paro, industrias básicas en crisis e inversión productiva privada
prácticamente inexistente-, y el «nacionalismo radicalizado o extremo, apoyado por la violencia o el terror», que, a su juicio, puede conducir a un fascismo larvado. Junto a la estimación de que signifiican un horizonte de esperanza las movilizaciones del pueblo vasco «contra el crimen y el asesinato», el acuerdo de «los principales partidos vascos» para actuar contra el terrorismo, y el desbloqueo del desarrollo del Estatuto de Autonomía, «al menos en materia de policía autónoma», Txiki Benegas dio especial importancia al cambio de actitud, que, a su juicio, está teniendo el Partido Nacionalista Vasco. No obstante, criticó veladamente a algunos de sus líderes, que han viajado recientemente a Estados Unidos, y se preguntó «qué es lo que aporta para resolver los problemas quien insiste en la necesidad de un marco autónomo de relaciones laborales, sabiendo que la industria vasca no se cae en cadena debido a los cientos de miles de millones con que el Estado la está sosteniendo, quien asegura que aún no se ha superado la guerra civil, porque no se han restaurado los conciertos económicos o quienes, de forma continua, alimentan la falsa división entre abertzales y españolistas»,
Benegas responsabilizó «de lo ocurrido a lo largo de este año en el proceso estatutario» a Suárez y Garaikoetxea, que negociaron «intramuros la autonomía vasca» y dijo que «el Gobierno de UCD lleva tres años sin acertar con el problema vasco, salvo el paréntesis de la negocación del Estatuto».
El secretario general del PSOE vasco afirmó que es necesario contarle al país los problemas de la lucha contra el terrorismo sin triunfalismos, y dijo que debería haberse empezado por resolver el problema con Francia, «por las buenas o por las malas».
