La multinacional francesa Lesieur-Cotelle et Associés controlará el mercado nacional de aceites y grasas
El 30% del mercado español de aceites y grasas pasará a ser controlado por la firma francesa Lesieur-Cotelle et Associés, en el momento en que culminen las ya avanzadas negociaciones que esta multinacional mantiene con los socios de Koipe, SA, primera firma española dentro del sector. La compañia francesa ha ofrecido a Koipe, SA, comprar un paquete representativo de al menos un 40% de sus acciones, que podría ser ampliado hasta el 48%, pagándolas al 150% de su valor nominal, y comprometiéndose a la vez a suscribir una ampliación de capital de quinientos millones de pesetas nominales, realizada al 260%, lo que supondría para Koipe, SA, un incremento efectivo de sus recursos propios del orden de los 1.300 millones de pesetas.El control por Lesieur-Cotelle del 30% de la cuota del mercado nacional vendría posibilitado por una posterior integración de Koipe, SA, con Salgado, empresa también española en la que Lesieur participa en un 75% desde hace unos tres años.
Lesieur-Cotelle et Associés es la segunda empresa europea del sector de grasas y aceites, inmediatamente detrás de Unilever, y hace algo más de tres años inició un proceso de penetración en los mercados españoles, con la adquisición del 75% de las acciones de la empresa Salgado y Compañía Unión Comercial Aceitera, SA, que comercializa la marca Uca. La multinacional francesa, a su llegada a España, encontró que la cuota de mercado que ocupaba Salgado, que es la sexta compañía del sector, le resultaba excesivamente estrecho, y para ello planteó una agresiva política comercial, fundamentalmente basada en unas drásticas reducciones en los precios, llegando incluso a comercializar el litro de aceite quince pesetas por debajo de los precios de coste, con la consiguiente desestabilización del sector.
Koipe, una empresa fuerte
Ya con la crisis desatada, Lesicur inicia conversaciones con las principales empresas del sector, entre ellas Carbonell, para conseguir adquirir una participación en ellas. Estos contactos han terminado cristalizando en la operación acordada con la empresa guipuzcoana Koipe, SA, que preside Juan Alkorta Maíz, el empresario que en el pasado mes de abril hiciese pública una carta en la que se negaba a pagar el «impuesto revolucionario» que le exigía la organización terrorista ETA.Koipe, SA, está participada por el propio Juan Alkorta, el Banco Industrial de Guipúzcoa, también de su grupo de empresas, y el Banco Industrial de Bilbao, que mantiene un 10%, aparte de otros 4.000 accionistas menores. En 1979 facturó 10.700 millones de pesetas con una plantilla de 812 trabajadores. El beneficio neto del ejercicio fue de 246 millones de pesetas, de los que 198 fueron repartidos entre los accionistas por la vía de los dividendos. En estos momentos cuenta con unos recursos propios del orden de los 3.370 millones de pesetas, y participa mayoritariamente en la empresa conservera navarra Industrias Muerza, en una compañía extractora de sola junto con Elosua, SA, y en la distribuidora de vinos Savin, otra de las empresas del grupo Alkorta.
Por su parte, Salgado y Compañía Unión Aceitera, SA, en la que ya participaba en un 75% Lessieur, facturó el pasado año unos 6.672 millones de pesetas, presentando unos resultados negativos en los últimos ejercicios como consecuencia de su política de comercialización por debajo de los precios de coste.
La política de la multinacional francesa parece responder a los planteamientos que en los últimos años han asumido las grandes compañías mundiales y que fundamentalmente consiste en sumar al dominio de los canales de comercialización, conforme era el modelo válido de la década de los sesenta, el control de los sectores primarios, es decir, de los medios de producción directa, para de esta forma garantizar el abastecimiento de sus canales de comercialización ya desarrollados.
Esta estrategia se planteó a raíz de la primera crisis del petróleo en 1973, y las grandes multinacionales a partir de esta fecha iniciaron una carrera por conseguir el dominio de los sectores productivos.
En el caso concreto de Lesieur, la compra del 40% de Koipe, SA, le supondrá el control práctico del mercado de aceites y grasas español y, consecuentemente, de los precios en el mismo, con lo que sin duda no tardará en resarcirse de las pérdidas acumuladas en Salgado, SA, aparte de disponer de una situación de privilegio de cara a la integración española en las comunidades europeas por cuanto que España es uno de los más importantes productores de aceites vegetales de Europa.
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