Robert H. Lorsch,
industrial californiano, ha propuesto a la Administración Aeronáutica y Espacial de Estados Unidos (NASA) la venta de parcelas en la Luna. En este sentido, Lorsch, que es, cómo no, agente de la propiedad inmobiliaria, le ha escrito una carta al recién elegido presidente Ronald Reagan. El negocio sería éste: la NASA enviaría a la Luna una nave cargada de placas con los nombres de los compradores de terrenos. Las placas se colocarían en el satélite y la NASA tendría que televisar a todo el país imágenes de la colocación de cada placa, permitiendo que se vea el nombre de los compradores. Cada parcela costaría un millón de dólares (cerca de 75 millones de pesetas).
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