El valor de una conferencia
( ... ) En una tentativa desesperada de última hora, el jefe de la delegación suiza, Peter Troendle, ha sido escogido con el acuerdo de todos, para hacer de mediador. El domingo, por la tarde, manifestó su propósito de desistir. En medio del pesimismo general, el único rayo de luz fue la llegada a Madrid de dos personajes: el que será el jefe de la delegación soviética, el viceministro de Asuntos Exteriores, Leónidas Dimichov, y el que lo será de la delegación americana, Griffin Bell. Su llegada no estaba prevista. (...)Puede ser que los dos países se den cuenta de la. necesidad de encontrar a toda costa un punto de encuentro, pero puede significar todo lo contrario: que hayan venido a Madrid a reforzar sus respectivos puntos de vista. El hecho de que el soviético llegue a la capital española con un pequeño ejército de traductores puede hacer inclinar la balanza a favor de la primera hipótesis. Para decir niet y sólo niet no son útiles tantos intérpretes.
Las perspectivas son negras. El riesgo de confusión, inmenso. Confusión que aumentará cuando en los próximos días se reúna en un hotel, próximo al palacio de Congresos, la Internacional Socialista, que intentará combatir contra el bipolarismo mundial. A esta conferencia ha sido invitado Fidel Castro. ( ... )
10 de noviembre
