El presidente Hua Guofeng se entrevistó con Santiago Carrillo

ENVIADO ESPECIAL

Numerosas críticas a la Unión Soviética, sin atacar directamente a este país, así como continuas referencias a los diez años perdidos por China como consecuencia de la revolución cultural y los excesos de la «banda de los cuatro», constituyen los temas principales de los planteamientos que el partido comunista chino está haciendo al español en las conversaciones que estos días se desarrollan en Pekín.

El presidente Hua Guofeng mantuvo ayer una extensa entrevista con Santiago Carrillo y la delegación que éste preside, seguida de una cena ofrecida por el secretario general del PC chino, Hu Yao Bensi. La Prensa y la televisión chinas dedican amplísimos espacios a la visita de los comunistas españoles Y. aunque en ellos no se expresa nada sustancial, los observadores atribuyen gran importancia a la visita del PCE, que confirma el deseo chino de tener buenas relaciones con los partidos comunistas del Occidente europeo.

Este viaje se efectúa en momentos interesantes para la política de Pekín. Dentro de poco tiempo comenzará el juicio a la «banda de los cuatro», dato que se confirma tras la entrega del acta de acusación a sus abogados, que se anunció oficialmente ayer. En relación con este asunto hay que decir que los dirigentes chinos no desaprovechan ocasión para mencionarlos excesos cometidos por la dirección anterior, a la que atribuyen el retraso en el desarrollo de la economía china y la represión sobre un sector del partido.

Por otra parte, en las últimas horas han surgido datos de difícil interpretación, tales como una nueva pintada contra Hua Guofeng y el rumor de un próximo cambio de ministros.

Los observadores no están seguros de lo que pueda haber tras estos indicios, y la impresión de Carrillo, a quien hemos preguntado al respecto, es que Hua Guofeng parece seguro.

Independencia del partido

La exposición del presidente Hua a los diriqentes del PCE, hecha durante la mañana de ayer, comenzó por subrayar el dato de que Carrillo hubiera abandonado la Unión Soviética al enterarse de la invasión de Checoslovaquia. Resaltó seguidamente la posición independiente del partido español y continuó con un elogio a Tito y a las posiciones actuales de Yugoslavia. lo cual es sensiblemente distinto a la opinión que se habría expresado en la época de la revolución cultural.También hubo menciones a la URSS como el principal enemigo, y a la consabida teoría de la inevitabilidad de una nueva guerra mundial, temas ambos que separan al PCE de los comunistas chinos.

Por el momento, no se ha mencionado la cuestión de la entrada de España en la OTAN, que los chinos han aconsejado al PCE indirectamente en ocasiones anteriores.

Frente a estas diferencias, la idea de fondo es que las relaciones pueden restablecerse con el PCE debido a su línea eurocomunista. Lo primero que exclamó ayer Hua Guofeng tras saludar a Carrillo fue un sonoro: «¡Ah!, ya sé que usted es un gran amigo de Berlinguer». Por lo menos eso es lo que tradujo el Intérprete.

Nadie parece acordarse de los maoístas españoles -quizá sería más exacto decir izquierda extraparlamentaria- en los días que corren por Pekín.