_
_
_
_
_
Gente

Esta

es una breve historia familiar: un joven de dieciocho años fue detenido en Alicante por estar en posesión de anfetaminas en plena calle. En comisaría recibió el primer castigo físico por su acción: se lo propinó su abogado defensor. Era su tío, y no pudo reprimirse al acudir a defender a su cliente, que le había requerido a través de la policía. Los agentes evitaron la paliza. El incidente ocurrió este fin de semana. Las autoridades no han facilitado nombres.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_