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Frialdad en la nueva ronda negociadora España-CEE

Soledad Gallego-Díaz

La sesión negociadora entre España y la Comunidad Económica Europea (CEE) celebrada ayer en Bruselas, a nivel de embajadores, fue un nuevo exponente de la frialdad con la que los nueve prosiguen sus contactos formales para la adhesión. Por primera vez, la delegacion comunitaria no presentó un solo documento, por poco importante que fuera.La delegación española, por el contrario, siguiendo la política fijada por el Gobierno de ir adelantando trabajo, hizo entrega de tres informes, uno de ellos sobre el transporte, de cierto contenido.

El embajador ante la Comunidad Económica Europea, Raimundo Bassols, negó reiteradamente que se pudieran sacar «conclusiones negativas» sobre el desarrollo de las conve rsacio nes, y calificó de «absolutarnente normal» que la CEE no hubiera presentado ningún documento. Insinuó que los comunitarios habían propuesto un aplazamiento para darse tiempo a terminar alguno de los trabajos que tienen en marcha, pero que Madrid había preferido continuar el ritmo normal y que Incluso será necesario convocar una retinión extra, a nivel de suplentes, antes de que termine el año, para que España entregue nuevos informes y precisiones.

Parece, en efecto, que el Ministerio de La Trinidad desea impulsar el trabajo de los distintos departamentos gubernamentales al margen del ritmo lento que adopte la Comisión Europea o el propio Consejo de Ministros de la CEE, a fin de ir detectando con tiempo sufíciente los problemas internos que plantea la adhesión. Con este sistema de trabajo, absolutamente independiente de la marcha de las negociaciones de Bruselas, se intentaría imponer un cierto calendario de trabajo en los gabinetes ministeriales de Madrid.

El documento sobre transporte presentado ayer supone, según explicó el subsecretario de La Trinidad, Gabriel Ferrán, «un repaso completo» del sector, e incluye la posición española respecto a siete u ocho reglamentos comunitarios, para cuya adopción se precl sarían períodos transitorios de distinta duración.

Un problema lo plantea el llamado transporte fron teriz o, que según sus características actuales podría permitir a los camiones británicos actuar indiscriminadamente en el norte de España, y el transporte ocasional, cuya regulación actual parece insatisfactoria desde el punto de vista de Madrid, porque permite la competencia encubierta con los servicios regulares.

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