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El marqués de Villaverde no operara a los tres enfermos que pidieron su sustitución

El doctor Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde, no operará a tres pacientes del servicio de cirugía cardíaca del centro Ramón y Cajal por haberse negado éstos, argumentando que preferían ser intervenidos por el médico que les ha tratado desde un principio en vez de serlo por el yerno de Franco, actual jefe del departamento y persona designada para la realización de estas operaciones.

«Ya está todo arreglado. Los pacientes van a ser intervenidos en los próximos días por el equipo de cirugía cardíaca; de esa forma se soluciona el problema a gusto de todos», fueron ayer las primeras palabras del doctor Isasa, director del centro Ramón y Cajal, al ser consultado por este periódico.Esta respuesta, en la que no se quiere precisar que el doctor Martínez Bordiú no participará en la operación, «saque usted las conclusiones», dijo el director, supone que se van a satisfacer los deseos de tres pacientes que la semana pasada pidieron que les operara el médico que les había tratado desde el primer momento y no el doctor Martínez Bordiú, al que no conocían.

« Esto es algo que ocurre en todos los hospitales del mundo y no pasa nada. Lo que ha ocurrido aquí se ha debido al protagonísmo de una de las partes implicadas», manifestó el director del centro.

La actitud de estos pacientes, conocida a principios de esta semana por la Prensa, ha sido, sin embargo, el detonante para iniciar una campaña a favor o en contra de un personaje tan conocido como el marqués de Villaverde.

El miércoles pasado los cirujanos del servicio de . cirugía cardiaca firmaban un escrito de apoyo al doctor Martínez Bordiú, en el que se respaldaba la capacidad profesional del yerno del anterior jefe de

Estado. Al día siguiente, la mayoría de los cardiólogos no cirujanos pedían la apertura de una investigación seria sobre el servicio dirigido por el marqués.

«Nadie ha puesto en duda la capacidad profesional del doctor Martínez Bordiú. El último escrito se pregunta por la capacidad de coordinación pero no su profesionalidad. Y tengo que decir que su asistencia al hospital es regular y su prestigio profesional está demostrado. Nunca le he terido que llamar la atención y si ha ienido que ir a un congreso o a un simposio ha pedido el permiso para hacerlo» manifestó el director.

La versión del marqués de Villaverde sobre este tema no ha podido ser conocida, ya que su secretaria particular informó, ante la petición de unas declaraciones: «El doctor no concede nunca entrevistas a los periodistas».

La situación ha creado cierta tensión tanto entre los pacientes como entre el personal del hospital, en el que trabajan más de 4.000 personas. El pasado martes algunos de los pacientes implicados sufrieron alteraciones nerviosas que preocuparon al personal médico. Aunque se llegó a decir que eran siete los enfermos que no querían que les operara el marqués, no se han registrado efectivamente más que tres casos de preferencias por un determinado médico. Con respecto a las notas del personal del servicio de cardiología, el director manifestó ayer que «si tengo que actuar, lo hará siempre pensando en lo mejor para los enfermos».

Se espera, por otra parte, que la noticia no produzca nuevas peticiones de médicos, «ya que, en ese caso, podríamos empezar a recibir solicitudes de los pacientes para que determinada persona le hiciera la cama o tal ATS le atendiera, sin tener en cuenta que esto es un equipo hospitalario y que en determinados casos puede haber más trascendencia en la actuación del anestesista que en las manos del cirujano, aunque esto no lo sepa el paciente, que ve en el que toma el bisturí al único responsable de la operación», manifestó el doctor Isasa.

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