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Eduardo Punset, elegido por amplia mayoría presidente, de los centristas de Barcelona

El ministro para las Relaciones con las Comunidades Europeas, Eduardo Punset, resultó elegido por amplia mayoría -370 votos contra 161- presidente del comité ejecutivo provincial de Centristas de Cataluña; es decir, de la organización catalana del partido del Gobierno. Esta elección representa un golpe definitivo a lo que fue un intento del antiguo sector «españolista» de UCD -que encarnaron Juan José Folchi y Pedro Peñalva- de reaparecer en la política activa. También constituye un avance de la la inevitable sustitución de Antón Cañellas por Eduardo Punset al frente del conjunto de la organización.

En la candidatura de Punset no figuraron los más fieles colaboradores de Cañellas, como Santiago Guillén. Hasta ahora, las direcciones provinciales estaban encomendadas a gestoras, por lo cual es posible que Cañellas ponga su cargo de presidente del centrismo catalán a disposición de las nuevas direcciones provinciales, pese a que puede continuar desempeñándolo hasta el próximo congreso, en 1981.Sea ahora o bien con ocasión del congreso, las posibilidades de continuidad en su cargo de Cañellas son muy escasas, incluso nulas, en opinión de los propios dirigentes centristas consultados. Punset continuará ocupando su escaño en el Parlamento catalán e intentará continuar estando presente en la política autonómica catalana.

El congreso de constitución de Centristas de Cataluña (CC-UCD), en diciembre de 1979, representó la eliminación política del ex consejero de la Generalidad Juan José Folchi -a quien posteriormente ni siquiera se ha admitido en el nuevo partido- y de Pedro Peñalva, que actualmente ocupa el cargo de director general adjunto a la presidencia del grupo Mundo, lo que le convierte en el principal colaborador directo de Sebastián Auger.

Reunión en Madrid

A finales de septiembre, Eduardo Punset, convencido de la ineficacia organizativa del grupo de Cañellas, convocó una reunión en su domicilio madrileño. Asistieron Rodolfo Martín Villa, Manuel Jiménez de Parga, Manuel Torres, José Pujadas Porta, Marcelino Moreta y otros miembros del grupo que representaba la oposición a Cañellas.Se trataba de intentar subsumir esta oposición en una candidatura que encabezase Punset y también representase un alejamiento de Folchi, éste siempre en la sombra. Se logró el acuerdo de presentar una candidatura encabezada por Punset y, con Torres de vicepresidente. Pero posteriormente Torres mostró su voluntad de ser de hecho el presidente efectivo, preconizando para sí el cargo de «presidente adjunto» o bien el de «presidente honorario» para Punset. Lo justificaba basado en que las ocupaciones de Punset como ministro no permitían su presidencia efectiva.

En las últimas semanas, el grupo de Torres-Folchi continuaba creyendo en su victoria. Pocos días antes de la asamblea del sábado, los más fieles seguidores de Cañellas también se separaron de Punset, tras una tumultuosa reunión. Cañellas quedó marginado, y Torres, con unas fuerzas mucho menores que aquellas con las que creían contar. La inclusión de Manuel Jiménez de Parga en la candidatura Punset constituyó una garantía para los no catalanes de origen que influyó mucho en el debilitamiento de Torres.

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La candidatura de Punset, de carácter cerrado, cubrió los veintidós puestos de la nueva ejecutiva provincial. La presidencia provincial correspondió a Punset; la secretaría, a José María Valón, y entre los restantes destacan Manuel Jiménez de Parga, Vicente Capdevila y José María Mesa. En Tarragona también resultó elegida, sin oposición, otra persona identificada con Eduardo Punset: José María Ollé.

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