Se estudia la posibilidad de derruir el colegio de Ortuella
Es muy probable que en breve plazo de tiempo, y una vez concluidas las investigaciones, las escuelas nacionales de Marcelino Ugalde, en las que el pasado jueves perdieron la vida 51 personas -la mayor parte niños- sean derruidas o en su caso acondicionadas para otros servicios. Los niños de Ortuella, ese parece ser el sentir general del pueblo, no volverán a pisar sus aulas.
Se trata de un rumor insistente sin confirmación: un detalle más, y muy significativo, de entre las secuelas de la tragedia que ha traumatizado a un pequeño pueblo minero que ha perdido acaso toda una generación, un pueblo en el que todavía hoy la población vive una pesadilla que se inició el jueves pasado. Ni las ayudas económicas, ni las invitaciones a los niños afectados, que siguen llegando en avalancha al ayuntamiento, ni la actividad paralizada desde el jueves, y recuperada ayer, son capaces de devolver la normalidad a un pueblo en el que aún se vive el dolor y el luto.El domingo volvieron a reproducirse en el pueblo las escenas de patetismo, los desmayos e histerias del viernes, en el funeral que en las mismas naves industriales celebró el párroco de Ortuella, y al que asistieron la práctica totalidad de los vecinos del pueblo (unas 5.000 personas). «Sabemos del dolor del vecino, y este dolor es el que nos ha unido», dijo el celebrante. «Esta solidaridad tiene que traer consecuencias, no puede durar sólo dos días, tiene que dar posturas eficaces de colaboración y servicio».
Como si quisiese ser un nuevo día, después de un oscuro sueño, ayer Ortuella amaneció soleado. Los niños, pese a ser lunes, no fueron al colegio, que está inservible, y además, entre sollozos, afirman no querer ir a la escuela donde perdieron a sus compañeros. Este trauma infantil preocupa al Ayuntamiento, que pretende resolver en breve la asistencia escolar y, por si hiciera falta, la psiquiátrica. Con respecto a esta última, aunque en el ambulatorio de Ortuella y en el hospital de Cruces funcionan ya equipos de psiquiatras a disposición de familiares y niños afectados, parece que en breve se va a desarrollar un programa completo que se ofrecerá a domicilio a todos aquellos que lo deseen.
Aulas prefabricadas
Por lo que hace a la reescolarización de Ortuella, ayer mismo se celebró en el Ayuntamiento de la localidad una reunión a la que asistieron el consejero de Educación del Gobierno vasco, el director general de Promoción e Inversiones del Ministerio de Educación, el director general de EGB y el delegado de Educación. Parece que en breve, y como solución provisional, se iniciará la construcción de varios módulos prefabricados destinados a la enseñanza, a cargo del Ministerio de Educación, cuya financiación se incluirá en los Presupuestos Generales del Estado de 1981. Hasta entonces, y tras unos días sin clase, los escolares de Ortuella, parece que la totalidad, podrían utilizar las aulas del centro social de la localidad, que el obispado ha puesto a disposición del Ayuntamiento.Mientras, los técnicos y peritos siguen estudiando las causas que provocaron la explosión en los restos de las escuelas Marcelino Ugalde, que permanecen acordonadas por la Guardia Civil, la presidencia de la Audiencia Territorial de Bilbao hacía ayer un llamamiento a todas aquellas personas que dispongan de información sobre el suceso para que las trasladen al juez especial nombrado al efecto.
Mejoran los heridos
Ayer, a última hora de la noche, dos de las personas afectadas por la explosión de Ortuella -una de ellas, la cocinera- seguían graves. El resto de los niños afectados evolucionan favorablemente de las heridas en el hospital de Cruces, de Bilbao. El comité de empresa de dicho centro, en comunicado hecho público ayer, vuelve a insistir en que el pasado jueves se evidenció la falta de un plan de emergencia ante accidentes en la población y en el propio hospital y una ación, desorden y falta de directrices ordenadas, «responsabilidad», afirman, «que atañe a los directores del centro».
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