Benegas preside un acto "por la paz en Euskadi"
El balance del primer año de autonomía vasca, desde el punto de vista de las acciones terroristas, se eleva a ochenta muertos por atentados de las dos ramas de EFA y de los comandos autónomos, y dieciséis más atribuibles a la extrema derecha, recordó José María Benegas, secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSEPSOE), en el discurso que pronunció durante una concentración por la paz organizada el domingo en Zumárraga por el PSE y UGT de Guipúzcoa.Al acto, que tenía también carácter de homenaje a Cermán González, secretario de organización del PSE de Zumárraga, de cuyo asesinato por un comando autónomo se cumplió ayer un año, asistieron medio millar de personas y los principales dirigentes del partido socialista y UGT vasca.
La concentración se inició en la Casa del Pueblo de Zumárraga, desde donde los asistentes, en manifestación silenciosa, y sin pancartas ni banderas de ningún tipo, se dirigieron a la plaza de Iparraguirre, en la vecina localidad de Urretxua, lugar donde fue tiroteado Germán González.
En la plaza de Urretxua, Benegas tomó la palabra y señaló que González había sido la primera víctima mortal de la violencia tras la aprobación del Estatuto de Autonomía y el primer eslabón de una escalada que se resume en las cifras antes citadas. El dirigente socialista afirmó que el objetivo prioritario del partido debe ser lograr que el Gobierno vasco y el partide, nacionalista se comprometan en la lucha contra la violencia, a la que atribuyó una parte importante en la crisis económica que sufre Euskadi
Benegas condenó también otras manifestaciones de violenc¡a, como el impuesto revolucionario y los secuestros, y animó a sus compañeros a defender la política pacifista del partido sin desánimo, indicando que, si hace falta, debe colocarse en segundo plano el desgaste electoral que esta posición pacifista a ultranza puede suponer, «porque es más importante la trayectoria de honestidad y claridad ante el pueblo».
El dirigente socialista insistió en la necesidad de constituir un frente de defensa de la democracia, articulado en torno a las principales fuerzas políticas de Euskadi. Un grupo de personas protagonizó más tarde, en Zumárraga y Urretxua, otra manifestación de respuesta a la anterior.
