Los liberales, especie a extinguir
La ola conservadora y nacionalista que baña la política norteamericana amenaza con barrer a los liberales del Senado, en su mayoría demócratas cuyos escaños peligran seriamente de cara a las elecciones del próximo día 4 de noviembre.La amenaza se cierne, ante todo, sobre tres figuras clave, dos demócratas y un republicano: Frank Church, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores; George McGovern, rival de Richard Nixon en las presidenciales de 1972, y Jacob Javits, 76 años, el anciano liberal neoyorquino que lleva veinticinco años al pie del cañón gracias al voto judío. Una mujer, demócrata, mucho más joven que él, Elizabeth Holtzman, 39 años, tiene grandes posibilidades de arrebatarle el escaño.
La virulencia de los ataques lanzados por la nueva derecha y los predicadores evangelistas contra Church y McGovern se centra, ante todo, en su apoyo al aborto, a la devolución del canal de Panamá y el Tratado SALT II con la Unión Soviética.
«Pertenecemos a una clase a extinguir», ha reconocido Church, hasta hoy senador por Idaho. De los 100 escaños senatoriales, 59 están actualmente en manos demócratas; de los 34 que se renuevan este año, 24 corresponden a miembros del Partido Demócrata, y de ellos, seis, todos liberales, llevan camino de acabar en manos de los republicanos.
Junto a Church (ldaho) y McGovern (Dakota del Sur) ven peligrar seriamente sus escaños los también demócratas Birch Bayh (Indiana), John Culver (lowa), Alan Cranston (California), Thomas Eagleton (Misuri) y Gary Hart (Colorado).
En una carrera contra reloj, todos ellos están adoptando a toda prisa posiciones aparentemente más drásticas respecto a lo que en Estados Unidos se denomina el «aventurismo» soviético y, sobre todo, en favor de reforzar considerablemente el poderío militar norteamericano.
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