Atraco por valor de cuarenta millones en un taller de joyería de Valencia
Un atraco fue llevado acabo en un taller de joyería en Valencia, a mediodía del pasado lunes, cuando dos hombres armados encerraron atado a su propietario en los servicios del local, mientras se apropiaban de joyas valoradas provisionalmente en cuarenta millones de pesetas. El robo se produjo momentos después de que la plantilla abandonara el taller, que se encuentra en el número diez de la calle de Cirilo Amorós, a la hora de la comida.
Rodolfo Navarro, propietario del taller, permaneció trabajando en unas piezas que debía reparar. «Dos personas entraron hacia las 14.30 horas en el taller amenazando con armas», relata un cliente, Francisco Montesinos, «que liberó al propietario». «Le hicieron dar la vuelta, le ataron, le taparon la boca con un esparadrapo y lo encerraron en los servicios».Pasadas las dos de la tarde entraron los atracadores, quienes emplearon alrededor de hora y veinte minutos en desvalijar el almacén. Entre tanto, estaban esperando en un restaurante a Rodolfo Navarro su esposa y otros socios del negocio, junto con el cliente citado, Francisco Montesinos, que al inquietarse por el retraso, decidió ir al taller, del que tiene llave. «Le encontré en el suelo, próximo a los servicios, de donde había salido arrastrándose. Creí que le había dado un ataque, porque no goza de buena salud. Le desaté y le quité el esparadrapo».
Los atracadores huyeron sin dejar rastro. A lo largo de su actuación no hubo nada que les delatara, ya que el taller se encuentra en el interior de un inmueble, sin visibilidad desde la calle. Tampoco hay en el interior del patio algún indicio que señale la existencia de una industria de joyería. Esta circunstancia hace sospechar que los atracadores conocían perfectamente las condiciones del local y el horario de trabajo. Según manifestaron dos mujeres que trabajan en este centro, habían observado los últimos días que a esa misma hora se encontraba aparcada una furgoneta Renault, con un hombre con barba en su interior, que observaba las entradas y salidas del taller.
El propietario no había recibido amenazas antes del atraco, si bien éste ya es el segundo que sufre. Dos años y medio atrás entraron a robar rompiendo una claraboya de la nave. En aquella ocasión fue por una cuantía superior al millón de pesetas.
Un atraco cada quince días
Este atraco es un eslabón más de la cadena que se viene sucediendo en los últimos dos años, en que las estadísticas arrojan el balance de un atraco cada quince días, con un valor global aproximado de ochocientos millones de pesetas en concepto de joyas robadas. El más espectacular ocurrió en la joyería Montiel, cuyo botín fue recuperado en parte por la policía a principio del último verano.La provincia de Valencia es el centro neurálgico de la industria joyera nacional. Un centenar de medianas empresas y unas pocas de mayores dimensiones ocupan a 3.500 trabajadores. «La tradición joyera, comparable sólo con Córdoba», señala el maestro mayor del gremio, Manuel Luna, «hace de esta provincia el campo de actuación óptimo de los atracadores». Esta industria ha quintuplicado su pujanza económica en los últimos años. El desarrollo ha sido favorecido también por la proyección internacional adquirida con la feria anual que celebran los joyeros en Valencia.
Las razones del aumento de atracos, según los joyeros, van en relación directa con la cotización del metal en el mercado. «El incremento del precio del oro», asegura Manuel Luna, «es el motivo principal de este aumento de atracos. De todos modos, hay una pregunta que no se nos responde, y es dónde van las joyas robadas y quién las transforma».
En el caso de la joyería Montiel, la policía recuperó parte, que estaban depositadas en la caja de seguridad del Banco Central de Oviedo. Al tiempo que se detuvo a los cuatro miembros de la banda, entre ellos una mujer asturiana buscada por la Interpol, también se localizó a un joyero de Málaga. que recibió otra parte del botín, Ello hace pensar a los joyeros que se trata de una red de atracadores organizada.
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