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Detenido el presunto responsable de un homicidio

Las últimas pesquisas de los inspectores del Grupo X de la Brigada de Policía Judicial han esclarecido definitivamente el caso del ajuste de cuentas en el que un atracador murió de un tiro después de asaltar la gasolinera de la calle de Ofelia Nieto, 61, el día 9 de agosto. Hace varias semanas, Francisco Javier Bengoa, otro de los participantes en el atraco, se había confesado autor de los disparos que acabaron con la vida de Ramón José Ledesma, pero la policía ha conseguido saber que fue Manuel Rodríguez quien le hirió mortalmente.EL PAIS relató el desarrollo del atraco al día siguiente de que fuese cometido y con ocasión del arresto de Bengoa. Tres hombres armados y encapuchados se presentaron en la gasolinera. El empleado hubo de entregarles una pequeña cantidad de dinero. A continuación, el grupo corrió hacia un automóvil aparcado y, en la confusión, el empleado creyó oír un principio de disputa entre dos de los fugitivos. Poco después se oyó un disparo, se abrió la puerta trasera del automóvil y uno de los asaltantes, que aún estaba encapuchado, cayó sobre la calzada.

Transcurridas varias semanas, fue detenido Francisco Javier Bengoa Arteche, que se confesó autor de los disparos que hirieron a Ledesma.

La policía ha logrado averiguar que esta declaración es falsa. El verdadero autor de la muerte de Ledesma es, presuntamente, Manuel Rodríguez Nogales, de diecinueve años. Junto a Antonio París, de diecinueve, ha participado en siete atracos, seis de ellos a establecimientos comerciales públicos y uno a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de la calle de los Mártires de la Ventilla, 34. Con ocasión de este último, que fue perpetrado el 1 de septiembre, y en el que intervinieron tres hombres y una mujer, los vigilantes de un furgón blindado tuvieron tiempo de disparar contra los delincuentes. Manuel Rodríguez recibió un balazo, A consecuencia de esta herida, Rodríguez se escondió en una vivienda de la calle del Capitán Blanco Argibay. Cuando fue sorprendido por los inspectores, casi estaba curado de la grave lesión que había padecido, a pesar de no haber recibido asistencia médica.

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