Once años para una normalización no conseguida

El Gobierno de la República Democrática Alemana (RDA) frenó bruscamente la política de acercamiento entre los dos Estados alemanes, doblando, sin previo aviso, la cantidad del Cambio de divisa obligatorio y reiterando sus exigencias políticas, que sabe que son inaceptables por el Gobierno de Bonn, estimaron ayer observadores en la República Federal de Alemania (RFA).Esta congelación inesperada de las relaciones entre Berlín Este y Bonn es, con toda seguridad, consecuencia de los acontecimientos polacos, los dirigentes Este-alemanes temen tanto el contagio como los líderes del Kremlin o los responsables de Praga.

No hay equívoco posible respecto al giro de la RDA. El órgano de su partido comunista (PSUA), Neues Deutschland, afirmó ayer que la política con la RFA «forma parte de una política concertada con nuestros aliados del Pacto de Varsovia para la salvaguarda de la paz». El diario añade, «conviene reafirmar este hecho, una vez más, de acuerdo con las exigencias del momento ».

Los pacientes esfuerzos de la RFA para aportar ayudas a los alemanes del Este y el Oeste, al menos en el terreno humano, comenzaron en 1969, después de la victoria electoral de la coalición socialista-liberal de Willy Brandt. Desde el 28 de octubre de 1969, en su declaración gubernamental, Brandt ofreció a Berlín Este negociaciones.

Cinco meses más tarde, el 19 de marzo de 1970, Brandt se reunió con su homólogo del Este alemán, Willy Stoph, en Erfurt, y le recibió, dos meses después, en Kasel.

La firma, el 12 de agosto de 1970, del tratado germano-soviético sobre la renuncia a la fuerza significó el auténtico desbloqueo de las relaciones entre Bonn y los países del Este. El acuerdo cuatripartito del 3 de septiembre de 1971 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética) sobre el estatuto de Berlín permitió sentar las bases de los primeros acuerdos concretos entre la RFA y la RDA.

El «tratado fundamental», sobre una normalización progresiva de las relaciones entre Bonn y Berlín Este se firmó el 21 de diciembre de 1972.

Gracias a estos acuerdos contractuales, los berlineses del Oeste y los habitantes de la RFA tuvieron ocasión de visitar a sus parientes del sector oriental sin demasiados obstáculos.

Naturalmente, el muro de Berlín y la «zona de la muerte», especie de cortafuegos a lo largo de la frontera interalemana, permanecieron, y los alemanes del Este no podían pasar libremente a la RFA antes de la edad de jubilación.

Sí las relaciones entre la RFA y la RDA estaban lejos de ser «normales», sin embargo, es necesario reseñar, que la política de los «pequeños pasos» mejoró sensiblemente las posibilidades de los contactos humanos.