La Conferencia de Madrid

(... ) Se trata, pues, de saber si, y con qué fines, los 35 participantes de la Conferencia de Helsinki, celebrada hace cinco años para definir los principios de base de la seguridad y de la cooperación en Europa, podrán reunirse útilmente el 11 de noviembre próximo en la capital española. Ahora bien, las discusio nes preliminares proseguidas entre funcionarios desde principios de septiembre no contribuyen a proporcionar a esa reunión un carácter exaltante. La diplomacia ha probado en esta ocasión, en un sentido estricto, que puede ser un asunto de puntos y comas: la única diferencia entre dos proyectos de orden del día presentados por España y Hungría a fines de septiembre consistía en que el mismo texto aparecía en la segunda versión sin puntuación ni puntos y aparte. Una forma para el Este de sugerir lue los diversos encabezamientos le capítulos de la discusión -balance de la aplicación del acta final de Helsinki, profundización de la cooperación en Europa, fijación de tras reuniones, etcétera- debían bordarse igualitariamente, sin privilegiar una parte en relación a otra. Dicho de otro modo, el balance de la aplicación de los acuerdos de 1975 -más exactamente el inventario de sus violaciones por los países del bloque comunista no debería eclipsar una discusión positiva sobre los nuevos esfuerzos e distensión a emprender en el futuro. (...)Ahora bien, los occidentales no tienen la intención de escamotear hasta ese punto un debate al que atribuyen, con graduaciones diversas, una importancia real, Para los americanos, la participación en la reunión de Madrid no tiene sentido después de la invasión de Afganistán y las sanciones que continúan imponiendo a Moscú, más que si el Occidente vuelve a plantear con energía el problema de los derechos del hombre, tratado en el «tercer paquete» de Helsinki.

Carter y Muskie no han ocultado -aunque nieguen oficialmente que buscan la polémica- su intención de acusar a la URSS por sus infracciones a los acuerdos de 1975. ( ... ).

10 de octubre