Las bases hispano-norteamericanas no serán utilizadas en el conflicto "Irán-Irak"

José Pedro Pérez-Llorca reiteró ayer ante el Pleno del Congreso -en su estreno parlamentario como ministro de Asuntos Exteriores- la estricta neutralidad española en el conflicto entre Irak e Irán y la equidistancia respecto a las partes en litigio en el Sahara. Las intervenciones del ministro se produjeron en respuesta a sendas preguntas de socialistas y comunistas e incluyeron también seguridades sobre el no uso por Estados Unidos de las bases españolas para una posible intervención en el golfo Pérsico, así como sobre la suficiencia actual de las reservas petroleras españolas, equivalentes a 135 días de consumo.

El comunista Jaime Ballesteros preguntó al Gobierno sobre la posible utilización de las bases americanas e instaladas en nuestro país para el envío de armamento a Irán, y denunció el silencio gubernamental español sobre el conflicto entre Irak e Irán. También se preocupó por el problema del suministro de petróleo.El socialista Enrique Barón inquirió especialmente sobre las repercusiones de la interrupción de suministros petroleros provenientes de los países en conflicto, y las consecuencias que puede tener para España la disminución de los aprovisionamientos de crudos. Asimismo se interesó por saber si el Gobierno español habla adoptado alguna iniciativa de paz.

En respuesta a ambos diputados, José Pedro Pérez-Llorca reafirmó la estricta neutralidad española en el conflicto; manifestó que España no tomaría ninguna iniciativa de paz de forma autónoma, sino sólo en el marco de la ONU, y recordó que el uso de las instalaciones militares españolas por Estados Unidos sólo puede realizarse en caso de previa consulta y autorización del Gobierno español. En respuesta a una intervención posterior de Jaime Ballesteros, Pérez-Llorca contestó que, en caso de que se produjera dicha consulta, la respuesta gubernamental sería negativa.

En cuanto a la defensa de los intereses españoles en la zona en conflicto, el ministro de Asuntos Exteriores citó las medidas adoptadas para facilitar la evacuación de españoles y aseguró que no existe peligro para nuestras embarcaciones.

Reservas petroleras suficientes

Sobre las repercusiones del conflicto para nuestras reservas petroleras, Pérez-Llorca dijo que el total de crudo contratado con Irak e Irán para 1980 era de 11,3 millones de toneladas, equivalentes aproximadamente a un 22% de los suministros totales. «En el período transcurrido hasta el comienzo del conflicto, con cargo a estos contratos, se habían embarcado y estaban seguras 8.494.000 toneladas, aproximadamente el 75% de la cantidad contratada, equivalente al 82% de lo que esperábamos de Irak, y al 61% de lo que se esperaba de Irán».

El ministro consideró la hipótesis de que la suspensión de embarques de Irak e Irán fuera total y hasta finales de año no se restableciera. En ese caso, según dijo, «España dejaría de recibir 2,8 millones de toneladas en el resto del año». Según Pérez-Llorca, la situación no sería muy alarmante si el problema no se extiende más allá de 1980.

Completando los datos sobre reservas de crudos -que recibieron plácemes por parte de la izquierda-, el ministro de Asuntos Exteriores resumió la situación con las siguientes palabras: «Las reservas existentes hasta el 10 de octubre de 1980 son las siguientes: stocks de crudos en tierra y en tránsito, 7.681.000 toneladas; stocks de crudos en equivalentes en productos ya refinados, 9.746.000 toneladas.

Total, 17.427.000 toneladas, equivalentes a 135 días de consumo. Es el stock más alto que España ha tenido desde la primera crisis de Irán, en otoño de 1978».

Equidistancia de Marruecos Sobre el envío o venta de armamento a Marruecos por Estados Unidos, Pérez-Llorca contestó a las preguntas de los diputados Manuel Marín (PSOE) y Jordi Solé Tura (comunista). El ministro reafirmó la posición española de preservar el equilibrio en la zona, y aseguró que esta posición había sido dada a conocer a Estados Unidos. Insistió en que el Gobierno español es favorable a una solución global del problema del Sahara y contrario a la internacionalización del conflicto.

Añadió que, en todo caso, España no debe adoptar actualmente una posición de protagonismo, y aseguró que el vuelco de la actitud española respecto a posibles errores anteriores, no llevaria consigo ventajas.

A una pregunta del diputado nacionalista canario Fernando Sagaseta, sobre el descubrimiento de un misil en la plaza del Valle Gran Rey, el ministro de Defensa, Agustin Rodríguez Sahagún, contestó que el objeto hallado no fue un misil en la playa del Valle Grando de 787 kilos de peso. No se sabe a qué Marina pertenece, pero oficiosamente se trata de una Marina europea. Descartó los ejercicios navales sobre Canarias que había denunciado el diputado Sagaseta.

Acusaciones desde la tribuna del público

Las acusaciones contra un ex ministro de Industria y otras altas personalidades, sin nombrarlas, lanzadas ayer desde la tribuna de oradores del Congreso por el socia lista Pedro Silva-Cienfuegos, en relación con la incorporación a Uninsa en 1966 de todo el activo siderúrgico de la Sociedad Industrial Santa Bárbara, fueron con vertidas desde la tribuna de público en una mención directa de López Bravo y Martín Villa.

Tras la negativa del ministro de Industria, Ignacio Bayón, a aceptar que hubiera existido el fraude y el escándalo denunciado por el diputado socialista, un trabajador de una de las industrias afectadas lanzó sobre el hemiciclo los nombres de ambos políticos como implicados en el asunto. El socialista Luis Gómez Llorente, que presidía en ese momento la sesión, no dio instrucciones de que fuera expulsado de la tribuna de público o amonestado el espectador citado. Miembros de los servicios de seguridad de la Cámara advirtieron, por su parte, al espontáneo que no reiterara su actitud.