El "dazibao" que lanzó la revolución cultural china, calificado de antimarxista
El dazibao (cartel mural) histórico, firmado por el propio Mao Zedong y colocado en la Universidad Peita, de Pekín, el 25 de mayo de 1966, y que quedó definido como el comienzo de la revolución cultural china, fue oficialmente calificado ayer como «cartel antimarxista».El dazibao, con el titular Bombardead el cuartel general (mención a las altas esferas del partido dominadas por Deng Xiaoping y Liu Shaoqi), fue la señal de partida para los guardias rojos en el desmantelamiento del aparato del partido y las depuraciones de altos dirigentes, casi todos rehabilitados en la actualidad.
La revista ideológica del PC chino, Hongqi (Bandera Roja), que hizo la denuncia, atacó igualmente a Mao acusándole de dirigir la revolución cultural y provocar el desorden en todo el país. En este ataque contra el antiguo Gran Timonel, por primera vez se hace una velada crítica a Stalin. « Si bien Stalin», dice Hongqi, «colocó el culto a la personalidad en las más altas cimas, este culto alcanzó aún cotas mayores durante la revolución cultural». Hasta el pasado me de agosto, en que se retiraron todos sus retratos y efigies, así como la de Marx y Engls, el PC chino guardó una fidelidad absoluta al antiguo líder soviético y a sus doctrinas.
Por otra parte, el régimen chino está estructurando en las empresas un sistema de «asambleas obreras» que desempeñarían un papel auxiliar de los sindicatos, en fórmulas inspiradas en el modelo yugoslavo.
Este sistema pretende crear un funcionamiento democrático limitado con el propósito de vencer la resistencia que encuentran las nuevas directrices económicas y políticas de los sucesores de Mao. El proyecto se presentó el año pasado y entró en funcionamiento el pasado mes de septiembre en los grandes centros industriales de Pekín, Shanghai y Tianjin.
A estas asambleas pertenecen todos los trabajadores y pueden someter a juicio de las autoridades la posibilidad de revocar algún dirigente y elegir un cierto número de cuadros intermedios «para puestos apropiados». El presidente del PC y ex primer ministro, Hua Guofeng, se refirió también, el mes pasado, a estas reformas.
Asimismo, en relación con el tema de la revolución cultural, el anuncio ayer de la condena a muerte, en Sanghai, de un líder de este movimiento, cómplice de la denominada «banda de los cuatro», hace suponer que estos cuatro miembros del ala radical del PC chino, que deben ser juzgados en breve, podrían ser condenados a altas penas, incluida la de muerte.
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