Drásticas restricciones de agua en Oviedo

La escasez de agua en Oviedo, pese a que su precipitación media anual es dos veces superior a la media nacional, alcanza cotas alarmantes. Se sabe ya con toda certeza que, si no llueve en los próximos días, el corte total del suministro se ampliará de la una de la tarde hasta las seis de la madrugada. Actualmente Oviedo se queda sin agua a partir de las cuatro de la tarde.

Las reservas del embalse de Los Alfilorios se encuentran agotadas y las asociaciones de vecinos del Sureste, el Cristo Buenavista y Ventanielles han anunciado su intención de movilizar a los ovetenses para exigir del ayuntamiento la aplicación de las medidas que permitan acabar con la actual situación de desabastecimiento. El alcalde Luis Riera, de UCD, manifestó que «la solución en plazo inmediato depende sólo de la llegada de las lluvias, y, entre tanto, sólo nos cabe administrar lo poco que tenemos, consumir lo menos posible, seguir reparando fugas y esperar».ay que remontarse a 1972 para encontrar unas restricciones similares a las actuales, agrava das en ocasiones con fugas espectaculares, como la ocurrida la se mana pasada en el barrio del Cristo, que dejó a una importante parte de la ciudad prácticamente sin agua durante veinticuatro horas.

La responsabilidad de esta situación -increíble en una región ,especialmente rica en agua- hay que buscarla en las viejas reticencias del Ministerio de Obras Públicas a la puesta en marcha del Consorcio de Aguas para el Abastecimiento de la Zona Central de Asturias (Cadasa)_ y en la posterior inhibición de los principales ayuntamientos asturianos, que actuaron como reinos de taifas para solucionar sus necesidades inmediatas. Por estos motivos, las obras del consorcio, que van con varios años de retraso, no finalizarán antes de octubre de 1981.

La Confederación incumple

En marzo de 1967, trece municipios asturianos, entre ellos los más importantes -Oviedo, Gijón y Avilés-firmaron un acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Norte de España y la diputación provincial, para constituir un consorcio dirigido -a solucionar el problema del abastecimiento de agua de la zona central de Asturias.

En 1970 dieron comienzo las obras, que acumularon sucesivos retrasos, como consecuencia de las dificultades financieras derivadas del incumplimiento de los compromisos por parte de la Confederación Hidrográfica. Como telón de fondo estaba el recelo del Ministerio de Obras Públicas hacia la primera obra hidráulica emprendida en España por iniciativa de las entidades locales. Por otra parte, el Ayuntamiento de Oviedo trató de resolver su problema con el embalse de Los Alfilorios, y el de Avilés, con el del Escañoiro. Hoy Gijón y Avilés tienen momentáneamente satisfechas sus necesidades.

Pero ésta le supone un coste de energía elevado para realizar la operación de bombeo. Las complicaciones surgidas en torno a Los Alfilorios han conducido a Oviedo a la situación actual, en la que se surte en gran medida de la toma de aguas subalveas del río Nalón, en Palomar, con un coste de energía grande -según un técnico alemán- y el riesgo de provocar una epidemia. El consorcio garantizará el consumo de toda la zona centro de la región hasta pasado el año 2000, con unos cien millones de metros cúbicos de agua al año.

El agua discurrirá por gravedad hacia los principales municipios asturianos. Las grandes obras de ingeniería en el curso alto del río Nalón están ya finalizadas. El complejo hidráulico consta de dos embalses, uno grande, en Tanes, con una presa de 95 metros de altura, y otro, más pequeño, situado aguas abajo del pueblo de Rioseco, cerrado por una presa. La inversión en este proyecto asciende a 2.200 millones de pesetas.